Pau Gasol tendrá que ser operado este jueves de tendinitis en ambas rodillas, de acuerdo a lo que anunció el equipo de Los Angeles Lakers.
En el comunicado oficial se explica que el procedimiento quirúrgico se basa en una técnica que permite insertar dentro de la rodilla un dispositivo que produce energía de ultrasonido y elimina todos los residuos de los tejidos que no sirven, sin dañar los que están en buen estado.
Por su parte, el ala-pívot español también dio a conocer en su Twitter la decisión de pasar por el quirófano tras consultar con varios especialistas. "Después de haber hablado con varios especialista, me voy a someter a un proceso de regeneración de ambos tendones patellares de mis rodillas y espero volver al ciento por ciento", escribió Gasol.
El procedimiento se considera mínimamente invasivo y los Lakers emitirán un calendario de recuperación de Gasol después que el doctor Steven Yoon, del Grupo Ortopédico Kerlan-Jobe, responsable del trabajo quirúrgico, lo haya concluido.
Una temporada irregular
Gasol, que el próximo mes de julio cumplirá 33 años, se perdió 33 partidos la pasada temporada por distintos tipos de lesiones, tendinitis y una ligera conmoción cerebral, más que en los doce años que lleva como profesional en la NBA.
"Mis rodillas comenzaron a ser un problema", admitió Gasol durante la eliminatoria de la primera ronda de la fase final de la Conferencia Oeste que disputaron frente a los Spurs de San Antonio y que los Lakers perdieron por barrida de 4-0. "Los tendones patellares están sufriendo".
El jugador catalán tiene todavía un año de contrato y 19,3 millones de dólares, lo que significa que si va a continuar junto al pívot Dwight Howard y al escolta Kobe Bryant, los Lakers tendrán que pagar 90 millones de dólares en impuesto de lujo cuando concluya la próxima temporada.
Ese es el gran dilema para los Lakers en cuanto a la continuidad de Gasol, que ya adelantó durante la última entrevista de fin de temporada que es consciente de su situación dentro de los Lakers y que estará preparado tanto para seguir con el equipo como para si, al final, se tiene que marchar.
"Mi futuro con los Lakers es incierto, esa es la realidad", admitió Gasol antes de irse de vacaciones. "Sé que tengo posibilidades de quedarme y también de irme, lo que desconozco son los porcentajes de ambas".
