
El Aleatorio Bar, un acogedor bar cultural de Malasaña —en pleno corazón de Madrid— que organiza recitales de poesía, jam sessions para poetas y tertulias literarias, albergó este lunes por la noche la presentación de Los Bad Boys de la NBA (Ediciones JC), el último libro de nuestro compañero José Manuel Puertas que salió a la luz el pasado mes de noviembre.
El escritor granadino, director y presentador de Tirando a Fallar en esRadio, redactor de Libertad Digital y narrador de baloncesto en Movistar Plus, protagonizó el acto de presentación junto a los exjugadores Salva Guardia y Javi Hernández —también psicólogo deportivo—, además de los periodistas Fran Fermoso (Movistar Plus) y Lucas Sáez Bravo (El Mundo), todos ellos grandes conocedores del mundo de la canasta.
Fue una noche de chicos malos y baloncesto en vena en la que Puertas habló, de manera distendida, de su tercera obra —segundo libro en solitario— después de haber escrito en 2016, junto a Vicente Azpitarte —exdirector de Deportes del Grupo Libertad Digital y actual senador del PP—, Luka Modric: el hijo de la guerra, que resultó un gran éxito y ha sido publicado en Croacia y Japón, y en 2021, Giannis Antetokounmpo: el MVP que surgió de la miseria, traducido y publicado también en Grecia —país de origen de la estrella de los Milwaukee Bucks y donde el libro estuvo varios meses entre los best-sellers del país—.
A través de 288 páginas, Puertas repasa el lado más oscuro de la mejor liga del mundo. Se trata de 25 perfiles de jugadores cuidadosamente seleccionados que han alterado en algún momento los cimientos de la NBA a lo largo de sus más de 75 años de historia. Dennis Rodman, Ron Artest, Rasheed Wallace, Bill Laimbeer o Kevin Garnett —protagonista de la portada de la obra— son sólo algunos de ellos, dentro de una pléyade de seres irreverentes, insoportables, díscolos, provocadores, balas perdidas o juguetes rotos, así como también los leñadores de la cancha, aquellos que han tratado de intimidar hasta la frustración al mejor jugador rival.
En palabras del autor, dentro de estos bad boys hay tres grupos: "Primero están los más duros del lugar, los tipos que fueron especialmente duros en la cancha pero no han sido unos zumbados fuera de ella. Son tipos con buena cabeza y en algunos casos con vidas hasta modélicas, tipos que sobre todo han destacado ser duros dentro de la pista; en el segundo grupo tenemos al de los excesos vitales, jugadores que vivieron al límite y han tenido todo tipo de excesos con las drogas, el sexo o el alcohol, e incluso desórdenes alimenticios (no como enfermedad, sino como deseo y como reto al entrenador, como le ocurrió, por ejemplo, a Rod Strickland; y por último están los del cajón desastre, esos genios incomprendidos donde hay un poco de todo porque, al tener vínculos con los otros grupos, alguno de los que estén aquí podrían figurar perfectamente en otro grupo".
¿Quién es el bad boy de la NBA por excelencia? Efectivamente, si el lector está pensando en un jugador cuyas iniciales son DR, que ganó cinco anillos y militó en equipos como los Detroit Pistons, Chicago Bulls o Los Angeles Lakers antes de recalar en ligas tan exóticas como la mexicana o la finlandesa, habrá acertado de pleno. Efectivamente, José Manuel Puertas piensa —y con él, el 99,9 por ciento de mortales— que "Dennis Rodman es el bad boy por excelencia de la NBA que encajaría perfectamente en cualquiera de los tres grupos que menciono en mi libro".
Estos chicos malos son, en definitiva, "una pléyade de seres irreverentes, insoportables, díscolos, provocadores, balas perdidas y juguetes rotos. Pero también leñadores de la cancha, que intimidan hasta la frustración al mejor jugador rival. Un compendio de relatos escandalosos y dramáticos que, vistos con el paso del tiempo, en más de una ocasión nos harán esbozar una sonrisa".

