
Tras dos meses de sanción por dopaje, un castigo que parece de broma tras lo visto en el pasado con este tipo de casos, Jannik Sinner vuelve a las pistas de tenis y lo hará en casa. Arranca el Masters 1000 de Roma y el número 1 del mundo podrá competir después de haber cumplido con una sanción acordada. ¿Qué ha hecho Sinner? Mandar recados.
"Hubo reacciones sorprendentes de algunos jugadores en redes sociales o de manera pública. De algunos me esperaba algo y no llegó. El tenis es un deporte individual así que tampoco he tenido contacto con otros compañeros", comentó el italiano señalando... sin señalar directamente a ningún jugador en concreto
Sinner lanzó ese primer recado e incluyó otro más diciendo que "entiendo que todo el mundo quiere ganar", es decir, cree que muchos jugadores o algunos no han intervenido o declarado nada porque con él fuera de juego era más fácil ganar.
Por último, Sinner explicó que aceptó la sanción de la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) aunque no quería: "No quería aceptar en el inicio y no fue fácil hacerlo porque sabía lo que había pasado, pero era mejor aceptar. Es todo parte del pasado ya, así que todo bien".
Sinner vuelve tras perderse torneos como el de Montecarlo o el de Madrid. Jugará en Roma y después Roland Garros.

