LD (EFE)
Con este propósito se reunirán este miércoles los consejos de administración de ambas entidades, que estudiarán la ecuación de canje mediante la que el Banco de Vitoria será absorbido por Banesto. La propuesta de canje será de trece títulos del banco presidido por Ana Patricia Botín por cada cinco acciones de su filial.
Tras la absorción desaparecerá un banco histórico, creado en el año 1900, en el que Banesto ha mantenido una participación significativa desde los años cincuenta y del que en la actualidad posee el 99,7 por ciento, mientras que el 0,3 por ciento restante está en manos de pequeños accionistas vascos. Según confirmaron las mismas fuentes, la fusión no supondrá el cierre de ninguna de las 60 sucursales que posee el Banco de Vitoria -casi todas en el País Vasco-, ni el despido de ninguno de sus empleados, aunque probablemente implicará ajustes en la direcciones territoriales de Banesto.
La intención del banco no es la de la reducir costes, sino pasar a contar con una red de banca comercial en la única comunidad donde no la tenía y donde hasta ahora funcionaba de manera diferente al resto de comunidades, ya que operaba a través de su filial y sólo contaba con una oficina de la marca Banesto en Bilbao dedicada a banca de inversión. Cuando se lleve a efecto la fusión, Banesto sumará 60 oficinas a las más de 1.500 que tiene abiertas, fundamentalmente en territorio español, al tiempo que incrementará su plantilla -actualmente de más de 9.000 empleados- en 322 trabajadores, según los datos del último anuario estadístico de la Asociación Española de Banca (AEB).
El Banco de Vitoria, que tiene su domicilio social en Alava, obtuvo durante el primer trimestre del año un beneficio neto de 9,5 millones de euros, mientras que su balance refleja unos activos de 2.100 millones, con una inversión crediticia de 1.224 millones de euros.
Tras la absorción desaparecerá un banco histórico, creado en el año 1900, en el que Banesto ha mantenido una participación significativa desde los años cincuenta y del que en la actualidad posee el 99,7 por ciento, mientras que el 0,3 por ciento restante está en manos de pequeños accionistas vascos. Según confirmaron las mismas fuentes, la fusión no supondrá el cierre de ninguna de las 60 sucursales que posee el Banco de Vitoria -casi todas en el País Vasco-, ni el despido de ninguno de sus empleados, aunque probablemente implicará ajustes en la direcciones territoriales de Banesto.
La intención del banco no es la de la reducir costes, sino pasar a contar con una red de banca comercial en la única comunidad donde no la tenía y donde hasta ahora funcionaba de manera diferente al resto de comunidades, ya que operaba a través de su filial y sólo contaba con una oficina de la marca Banesto en Bilbao dedicada a banca de inversión. Cuando se lleve a efecto la fusión, Banesto sumará 60 oficinas a las más de 1.500 que tiene abiertas, fundamentalmente en territorio español, al tiempo que incrementará su plantilla -actualmente de más de 9.000 empleados- en 322 trabajadores, según los datos del último anuario estadístico de la Asociación Española de Banca (AEB).
El Banco de Vitoria, que tiene su domicilio social en Alava, obtuvo durante el primer trimestre del año un beneficio neto de 9,5 millones de euros, mientras que su balance refleja unos activos de 2.100 millones, con una inversión crediticia de 1.224 millones de euros.
