(Libertad Digital)
El pasado mes de enero y dentro de la Reforma de las Haciendas Locales, Hacienda otorgó a los ayuntamientos la posibilidad de subir el Impuesto de Bienes Inmuebles a los propietarios de viviendas vacías. El Gobierno, con el aplauso de Rato y Gallardón, dio luz verde para que se castigara a los dueños de inmuebles vacíos con una subida del coeficiente aplicado del IBI hasta el 1,65 por ciento, frente al máximo anterior del 1,1 por ciento. Esto supone, en la práctica, una subida del 50 por ciento. Además, los consistorios podrán aplicar distintos tipos de IBI dependiendo si se trata de locales comerciales o viviendas. Lo que no explicó el ministro Cristóbal Montoro es cómo va a diferenciar Hacienda entre las viviendas desocupadas y las que no lo son.
La primera gran ciudad en llevarlo a cabo ha sido Barcelona. Este miércoles el pleno del Ayuntamiento discutió las ordenanzas fiscales para 2003 que incorporan importantes novedades, sobre todo en materia de vivienda. Tras un duro debate entre los grupos políticos del Ayuntamiento, los responsables decidieron trasladar a este jueves la rueda de prensa en la que informarán de los cambios aprobados. No obstante, y según informa el diario La Vanguardia , diversas fuentes han adelantado que se introducirá un recargo del 50 por ciento en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) que gravará a los propietarios de pisos vacíos, tal y como permite la nueva ley de Haciendas Locales aprobada por el Gobierno en enero. Durante la reunión del Ayuntamiento barcelonés se debatió también la posibilidad de introducir una bonificación en el IBI para los propietarios que deciden colocar en el mercado esos pisos desocupados, tal y como ya han empezado a hacer algunos ayuntamientos españoles, aunque descartó al considerarse su inviabilidad técnica. La única noticia positiva fue la aprobación de la bonificación de un 13 por ciento del IBI para las familias numerosas.
¿Qué es una vivienda vacía?
Sin embargo, llevar estas medidas a la práctica no va a ser sencillo ya que está pendiente de regular y determinar qué se entiende como vivienda vacía para poder crear los correspondientes registros. El Gobierno central tiene previsto desarrollar una normativa en la que se fijarán los criterios para determinar qué es una vivienda vacía para que las administraciones locales puedan gravar, o no, el Impuesto de Bienes Inmuebles a los propietarios que no saquen sus pisos vacíos al mercado de alquiler. No parece probable que salga adelante en esta legislatura. Respecto a Barcelona, el parque de viviendas de Barcelona se cifra en unas 650.000 unidades y se calcula que el número de pisos desocupados se acerca a los 30.000. El Ayuntamiento no dispone de la capacidad inspectora suficiente para comprobar si en realidad las más de 600.000 viviendas restantes están realmente habitadas.
En el País Vasco, Madrazo. En Bilbao, Azkuna
En la misma línea, el Gobierno vasco lleva varios meses negociando con las diputaciones forales, instituciones con capacidad legislativa en materia fiscal, la aplicación de una tasa municipal a los propietarios de las supuestas casas vacías. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quiere llevar a cabo esta medida que se aplicará, según los datos que maneja, a 25.000 pisos presuntamente deshabitados de la capital vizcaína. Mientras, la Consejería vasca de Vivienda de Javier Madrazo quiere que los propietarios de pisos vacíos alquilen sus inmuebles en un precio fijado por su Gobierno a través de una agencia pública. El Ejecutivo financia la mitad del alquiler y el resto corre a cargo del inquilino.
La primera gran ciudad en llevarlo a cabo ha sido Barcelona. Este miércoles el pleno del Ayuntamiento discutió las ordenanzas fiscales para 2003 que incorporan importantes novedades, sobre todo en materia de vivienda. Tras un duro debate entre los grupos políticos del Ayuntamiento, los responsables decidieron trasladar a este jueves la rueda de prensa en la que informarán de los cambios aprobados. No obstante, y según informa el diario La Vanguardia , diversas fuentes han adelantado que se introducirá un recargo del 50 por ciento en el impuesto de bienes inmuebles (IBI) que gravará a los propietarios de pisos vacíos, tal y como permite la nueva ley de Haciendas Locales aprobada por el Gobierno en enero. Durante la reunión del Ayuntamiento barcelonés se debatió también la posibilidad de introducir una bonificación en el IBI para los propietarios que deciden colocar en el mercado esos pisos desocupados, tal y como ya han empezado a hacer algunos ayuntamientos españoles, aunque descartó al considerarse su inviabilidad técnica. La única noticia positiva fue la aprobación de la bonificación de un 13 por ciento del IBI para las familias numerosas.
¿Qué es una vivienda vacía?
Sin embargo, llevar estas medidas a la práctica no va a ser sencillo ya que está pendiente de regular y determinar qué se entiende como vivienda vacía para poder crear los correspondientes registros. El Gobierno central tiene previsto desarrollar una normativa en la que se fijarán los criterios para determinar qué es una vivienda vacía para que las administraciones locales puedan gravar, o no, el Impuesto de Bienes Inmuebles a los propietarios que no saquen sus pisos vacíos al mercado de alquiler. No parece probable que salga adelante en esta legislatura. Respecto a Barcelona, el parque de viviendas de Barcelona se cifra en unas 650.000 unidades y se calcula que el número de pisos desocupados se acerca a los 30.000. El Ayuntamiento no dispone de la capacidad inspectora suficiente para comprobar si en realidad las más de 600.000 viviendas restantes están realmente habitadas.
En el País Vasco, Madrazo. En Bilbao, Azkuna
En la misma línea, el Gobierno vasco lleva varios meses negociando con las diputaciones forales, instituciones con capacidad legislativa en materia fiscal, la aplicación de una tasa municipal a los propietarios de las supuestas casas vacías. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quiere llevar a cabo esta medida que se aplicará, según los datos que maneja, a 25.000 pisos presuntamente deshabitados de la capital vizcaína. Mientras, la Consejería vasca de Vivienda de Javier Madrazo quiere que los propietarios de pisos vacíos alquilen sus inmuebles en un precio fijado por su Gobierno a través de una agencia pública. El Ejecutivo financia la mitad del alquiler y el resto corre a cargo del inquilino.