L D (Agencias) El primer turno de negociación entre los líderes europeos sobre el futuro presupuesto de la UE concluyó este viernes sin avances. Sorprendió, por su firmeza, la intervención del primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, quien expresó su rechazo a la última propuesta de compromiso presentada por el presidente en ejercicio del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker.
En ella se ofrece a Holanda una compensación valorada en 500 millones de euros, a través de una reducción de su contribución por IVA y de un aumento de las retenciones por gastos de recaudación. Balkenende consideró esta oferta insuficiente y reclamó el triple, 1.500 millones de euros, informa Efe.
La dureza del mandatario holandés es consecuencia directa del "no" de la ciudadanía a la Constitución europea, opción en la que influyó según las encuestas el convencimiento de que Holanda contribuye excesivamente al presupuesto común.
En general, el primer turno entre los líderes fue una repetición de las posiciones nacionales ya conocidas durante las negociaciones previas entre sus ministros de Exteriores. El primer ministro británico, Tony Blair, ha conseguido coaligar en torno a él a varios dirigentes que reclaman abiertamente una revisión amplia de la estructura del gasto europeo, para privilegiar las ayudas a la modernización económica de Europa frente a los gastos en agricultura.
Según Blair, los resultados de los referendos negativos en Francia y Holanda también tienen que tomarse en consideración, porque los ciudadanos han expresado el deseo de un cambio en las políticas. Blair y sus homólogos sueco, danés y holandés reclamaron una reforma fundamental de la estructura del presupuesto europeo, donde todavía pesa demasiado, a su juicio, el gasto agrícola (casi un 40%) y las ayudas a las regiones pobres.
Política Agrícola Común
Antes de la reunión, el primer ministro sueco, Goran Persson, dijo que "somos muchos los decepcionados con la estructura del presupuesto". Frente a ello, el presidente francés, Jacques Chirac, rechazó todo vínculo entre el futuro de la Política Agrícola Común y la compensación al Reino Unido.
Coincidió en ello, entre otros, con el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, quien indicó que su país acepta el brusco recorte de fondos regionales que va a sufrir como consecuencia de la ampliación de la UE, pero se negó a que se revisen a la baja las ayudas agrícolas.
Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, instó a sus colegas europeos a hacer un "último esfuerzo" para llegar a un acuerdo , aunque constató que hoy "no se ha avanzado lo más mínimo". En una reunión previa con el presidente francés, Jacques Chirac, Zapatero coincidió con éste en defender el gasto de la política agrícola común.
Por su parte, el canciller alemán, Gehard Schroeder, insistió en que la solución debe venir ahora, en esta cumbre. En términos per cápita Alemania es el tercer contribuyente al presupuesto y sólo el undécimo receptor de fondos comunitarios, pero, pese a esta realidad y a la situación política interna, el canciller se declaró dispuesto a llegar a un acuerdo sobre la base de la propuesta luxemburguesa y a "defenderla ante sus electores". También abogaron por un acuerdo hoy Polonia, Finlandia, Portugal, y Chipre.