El Gobierno presenta una reforma laboral con medidas incompatibles

Este lunes, representantes del Ministerio de Trabajo se han encontrado con enviados de las patronales CEOE y Cepyme, y de los sindicatos, UGT y CCOO, con el objetivo de entregarles su nuevo documento con su propuesta de reforma laboral. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, de las diferentes ideas expuestas en los medios de comunicación y del intenso debate social generado, la propuesta del equipo de Celestino Corbacho no incluye un listado claro de medidas sobre las que trabajar, ni un boceto de la legislación laboral que espera conseguir tras el acuerdo.

De hecho, en las últimas horas ha tomado relevancia informativa la posibilidad de que pudiera implantarse el llamado modelo austriaco en el mercado laboral español. Este modelo cambiaría completamente sistema de indemnizaciones que está vigente. Con el mismo, el trabajador, en vez de tener derecho a un pago en función del número de años trabajados, va acumulando un fondo (pagado por la empresa) mes a mes, que se le entrega en el momento en que es despedido.

La idea, lanzada por CCOO hace unos días, tendría que ser detallada: aunque puede ser bien acogida por la patronal, puesto que aumenta la flexibilidad del sistema y elimina las costosas indemnizaciones por despido, tendría que ir acompañada por una rebaja en las cotizaciones sociales que no encareciera, en un contexto como el actual, el coste de los trabajadores para las empresas.

Incompatibles

Sin embargo, este modelo, que el Gobierno promete estudiar “buscando la adaptación a nuestro país” con el objetivo de una “movilidad laboral más sana”, es incompatible con las sucesivas noticias en las que Celestino Corbacho discurre sobre la rebaja o el cambio en las indemnizaciones por despido.

Es decir, que las dos principales titulares de ayer, que Corbacho propone un mayor uso del contrato de fomento del empleo con 33 días de indemnización y que Trabajo estudiará el “modelo austriaco”, son excluyentes. O se mantienen ese tipo de indemnizaciones o se adopta el modelo del país centroeuropeo, pero hablar de las dos a la vez, como hace el Ejecutivo en su documento, no tiene ningún sentido.

Según el Gobierno, el objetivo es acabar con el “modelo dual” de mercado laboral que sitúa en dos campos completamente opuestos a los indefinidos y los temporales. Algunos expertos creen que este “modelo austriaco” podría ir en la buena dirección, sin embargo, en ese caso, no se explica que se siga hablando de recortes en las indemnizaciones.

La falta de concreción acerca de cómo se aplicaría en España ese modelo austriaco, que tan famoso se ha hecho en los últimos días, lleva a pensar a algunos analistas que es sólo otro globo sonda que finalmente no tendrá aplicación práctica. De esta forma, la reforma laboral apunta a cuatro direcciones:

- Facilidades para el uso del contrato de fomento de la contratación indefinida. Esta modalidad, que implica 33 días de indemnización por año trabajado, sólo se aplica a los jóvenes de 18 a 29 años, los parados de larga duración, los mayores de 45 años y los minusválidos. La intención del Ministerio es ampliar su uso para rebajar el coste medio de las indemnizaciones.

- Aumentar las bonificaciones a la contratación para los contratos de media jornada, con el objetivo de “avanzar en una mayor extensión del contrato a tiempo parcial estable”.

- Favorecer la contratación de jóvenes, el colectivo más golpeado por la crisis, con más bonificaciones a contratos para jóvenes de 16 a 30 años, ampliar la edad de contratos de formación de 21 a 24 años y con un programa extraordinario de empleo para los de 16 a 24 años.

- Ampliar el papel de las ETT y otras agencias privadas de intermediación laboral en la búsqueda de empleo, reforzando el papel de los servicios públicos de empleo y facilitando que puedan trabajar con las compañías privadas.