
LD (EFE) La inmobiliaria ha informado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que la venta del edificio excluye el espacio ocupado por el Hotel Crown Plaza, situado en los bajos del inmueble. La Gestión y explotación de dicho edificio continuará siendo desarrollada por Metrovacesa que tiene previsto utilizar el montante de la operación para financiar parte de la compra de la inmobiliaria francesa Gecina.
A Metrovacesa aún le queda por vender la Torre de Madrid –situada muy próximo al Edificio España–, que también sacó a la venta para financiar la compra el 68,54 por ciento de Gecina. La inmobiliaria española espera embolsarse unos 650 millones de euros de la venta de los dos activos inmobiliarios.
El Edificio España, de 117 metros de altitud, fue edificado en los años 50, cuando se convirtió en el primer rascacielos que se levantó en Madrid. Actualmente es el cuarto edificio más alto de la capital española. Inaugurado en 1953, el rascacielos se erigió sobre el solar de un antiguo convento, destruido durante la Guerra Civil, que habían adquirido los hermanos Julián y Joaquín Otamendi, arquitectos y propietarios de la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, germen de la actual Metrovacesa.
Su construcción llevó cinco años, con un coste total de unos 200 millones de pesetas de la época (1,2 millones de euros). Cuenta con 26 plantas, 32 ascensores, 3.123 ventanas, 184 apartamentos, y un hotel de lujo con 307 habitaciones, salón de fiestas con capacidad para 1.200 personas y una piscina, ubicada en la terraza superior.
A Metrovacesa aún le queda por vender la Torre de Madrid –situada muy próximo al Edificio España–, que también sacó a la venta para financiar la compra el 68,54 por ciento de Gecina. La inmobiliaria española espera embolsarse unos 650 millones de euros de la venta de los dos activos inmobiliarios.
El Edificio España, de 117 metros de altitud, fue edificado en los años 50, cuando se convirtió en el primer rascacielos que se levantó en Madrid. Actualmente es el cuarto edificio más alto de la capital española. Inaugurado en 1953, el rascacielos se erigió sobre el solar de un antiguo convento, destruido durante la Guerra Civil, que habían adquirido los hermanos Julián y Joaquín Otamendi, arquitectos y propietarios de la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, germen de la actual Metrovacesa.
Su construcción llevó cinco años, con un coste total de unos 200 millones de pesetas de la época (1,2 millones de euros). Cuenta con 26 plantas, 32 ascensores, 3.123 ventanas, 184 apartamentos, y un hotel de lujo con 307 habitaciones, salón de fiestas con capacidad para 1.200 personas y una piscina, ubicada en la terraza superior.
