L D (EFE)
En una entrevista en el programa "Hora 25" de la Cadena SER, Felipe González ha dicho que, si el presidente del Gobierno no se presenta de nuevo como cartel electoral del PP se puede interpretar "más como una huida que como un gesto de generosidad". A juicio del ex líder del PSOE, José María Aznar "ahora no tiene derecho a retirarse dejándole este paquete a ninguno de los sucesores posibles del PP, a los que, por otra parte, ha obligado, de buen grado o por la fuerza, a compartir su posición".
"Debería tener el coraje democrático –añadió– de enfrentar la responsabilidad de la deriva catastrófica en política exterior en que ha metido a nuestro país". Para Felipe González, "ahora, más que un gesto de generosidad, se va a ver como una huida que no se enfrente a las próximas elecciones". En su opinión, Aznar "debería asumir la obligación de presentarse ante los ciudadanos, si no lo quiere hacer por medio de una consulta como la de la OTAN, que no le recomiendo, que lo haga por la vía de las elecciones, incluso, adelantando el proceso electoral porque creo que está provocando una ruptura de la cohesión social y de la política exterior muy seria".
Decepciones: Gallardón y Rato
Sobre la situación interna en el PP ante la crisis de Irak, González dijo que "conozco a algunos dirigentes del PP y no esperaba de ellos un comportamiento de este nivel de obediencia debida, esperaba un talante democrático más claro. Esperaba más, quizá de alguno con los que uno siente una relación más próxima humanamente". Así, prosiguió, "me hubiera gustado oír algún gesto de Ruiz Gallardón, percibir distanciamiento de una persona inteligente como Rato, porque comprende el mundo, porque está en las negociaciones de la UE; no lo esperaba de una personalidad como la señora Palacio".
También dijo que Sadam Husein es inaceptable, pero "no sólo comparable a Hitler, como han dicho, o a Stalin, sino incluso más comparable a Franco, y a nadie se le ocurrió que estaría justificado bombardear Madrid para después hacer la película Bienvenido Mister Marshall". En este mismo sentido, dijo también que la guerra está injustificada porque el régimen iraquí no constituye una amenaza para sus vecinos, puesto que tras la Guerra del Golfo de 1991, Irak es ahora "un país fuertemente debilitado". Por último, el ex presidente también criticó a los manifestantes violentos, al resaltar que, "mientras más gandhiana sea la protesta" contra la guerra, "más sentido tendrá, más reflejará un nuevo compromiso cívico de extraordinaria importancia".
"Debería tener el coraje democrático –añadió– de enfrentar la responsabilidad de la deriva catastrófica en política exterior en que ha metido a nuestro país". Para Felipe González, "ahora, más que un gesto de generosidad, se va a ver como una huida que no se enfrente a las próximas elecciones". En su opinión, Aznar "debería asumir la obligación de presentarse ante los ciudadanos, si no lo quiere hacer por medio de una consulta como la de la OTAN, que no le recomiendo, que lo haga por la vía de las elecciones, incluso, adelantando el proceso electoral porque creo que está provocando una ruptura de la cohesión social y de la política exterior muy seria".
Decepciones: Gallardón y Rato
Sobre la situación interna en el PP ante la crisis de Irak, González dijo que "conozco a algunos dirigentes del PP y no esperaba de ellos un comportamiento de este nivel de obediencia debida, esperaba un talante democrático más claro. Esperaba más, quizá de alguno con los que uno siente una relación más próxima humanamente". Así, prosiguió, "me hubiera gustado oír algún gesto de Ruiz Gallardón, percibir distanciamiento de una persona inteligente como Rato, porque comprende el mundo, porque está en las negociaciones de la UE; no lo esperaba de una personalidad como la señora Palacio".
También dijo que Sadam Husein es inaceptable, pero "no sólo comparable a Hitler, como han dicho, o a Stalin, sino incluso más comparable a Franco, y a nadie se le ocurrió que estaría justificado bombardear Madrid para después hacer la película Bienvenido Mister Marshall". En este mismo sentido, dijo también que la guerra está injustificada porque el régimen iraquí no constituye una amenaza para sus vecinos, puesto que tras la Guerra del Golfo de 1991, Irak es ahora "un país fuertemente debilitado". Por último, el ex presidente también criticó a los manifestantes violentos, al resaltar que, "mientras más gandhiana sea la protesta" contra la guerra, "más sentido tendrá, más reflejará un nuevo compromiso cívico de extraordinaria importancia".