L D (EFE)
Ante la buena evolución de los resultados en los últimos años -las pérdidas de Izar han pasado de los 173 millones del año 2000, a 152 millones en 2001 y 121 millones en 2002, y finalmente a sólo 30 millones el pasado año- Ruiz-Jarabo aseguró que "no es impensable" que los astilleros públicos puedan alcanzar el equilibrio presupuestario.
Para ello, sería indispensable que Izar recuperara los niveles de contratación previos a la crisis del sector europeo de hace dos años y que mantuviera la actual política de contención de gastos y de mejora de la productividad, dijo el presidente de la SEPI.
Ruiz-Jarabo también apuntó la necesidad de resolver cuanto antes el conflicto laboral surgido en Izar a raíz del deseo de la empresa de "moderar el aumento salarial" para garantizar el empleo, y se mostró dispuesto a someter las negociaciones al veredicto "de obligado cumplimiento" de un árbitro "consensuado" entre la empresa y los sindicatos. Respecto a los resultados de 2003, Ruiz-Jarabo los calificó de "positivos", ya que mejoran en un 60 por ciento las previsiones iniciales que establecían para el ejercicio un resultado negativo de 89 millones de euros.
El presidente de la SEPI explicó que esta mejora de las cuentas anuales se debe fundamentalmente a los altos niveles de ocupación de los astilleros, así como a la política de reducción de costes y a la internalización de la carga de trabajo, y destacó que en el año 2003 no se produjo pérdida de empleo. La consejera delegada de Izar, Esther Huerto, apuntó que la ocupación media de los centros de trabajo en 2003 fue del 88 por ciento y que la contratación alcanzó 2.800 millones de euros. La facturación se situó en 1.732 millones de euros, en un año el que la fortaleza del euro frente al dólar supuso un factor negativo para la compañía, puesto que las contrataciones se realizan en "billete verde" y la mayor parte de los gastos se pagan en la divisa europea.
Sin embargo, destacó que la política de reducción de costes se tradujo en un ahorro de 18 millones de euros, mientras que la internalización de la carga de trabajo, frente a la externalización de tareas, tuvo un impacto favorable de otros 25 millones. Asimismo, señaló que Izar entregó en el año once barcos, todos ellos dentro de los plazos previstos, con lo que la empresa evitó las penalizaciones económicas. La responsable de la compañía comentó que la estrategia de Izar -fruto de la fusión de los astilleros civiles (AESA) y militares (Bazán)- pasa por lograr la dualidad de los centros de trabajo, aprovechar el "buen momento" de la contratación militar, y centrase en los barcos de valor añadido en el ámbito civil, como son los buques gaseros.
Respecto a la fuerte competencia que ejercen los astilleros de Corea del Sur con sus menores costes (no están afectados por la fortaleza del euro) y su política de "precios a la baja", el presidente del la SEPI insistió en la necesidad de que la Unión Europea sea "más beligerante" en la protección del sector europeo. Además, reiteró la conveniencia de que los astilleros europeos aumenten su cooperación, como ya ha hecho Izar con su homólogo francés DCN en lo que podría convertirse en la semilla de un consorcio continental, destacó.
Para ello, sería indispensable que Izar recuperara los niveles de contratación previos a la crisis del sector europeo de hace dos años y que mantuviera la actual política de contención de gastos y de mejora de la productividad, dijo el presidente de la SEPI.
Ruiz-Jarabo también apuntó la necesidad de resolver cuanto antes el conflicto laboral surgido en Izar a raíz del deseo de la empresa de "moderar el aumento salarial" para garantizar el empleo, y se mostró dispuesto a someter las negociaciones al veredicto "de obligado cumplimiento" de un árbitro "consensuado" entre la empresa y los sindicatos. Respecto a los resultados de 2003, Ruiz-Jarabo los calificó de "positivos", ya que mejoran en un 60 por ciento las previsiones iniciales que establecían para el ejercicio un resultado negativo de 89 millones de euros.
El presidente de la SEPI explicó que esta mejora de las cuentas anuales se debe fundamentalmente a los altos niveles de ocupación de los astilleros, así como a la política de reducción de costes y a la internalización de la carga de trabajo, y destacó que en el año 2003 no se produjo pérdida de empleo. La consejera delegada de Izar, Esther Huerto, apuntó que la ocupación media de los centros de trabajo en 2003 fue del 88 por ciento y que la contratación alcanzó 2.800 millones de euros. La facturación se situó en 1.732 millones de euros, en un año el que la fortaleza del euro frente al dólar supuso un factor negativo para la compañía, puesto que las contrataciones se realizan en "billete verde" y la mayor parte de los gastos se pagan en la divisa europea.
Sin embargo, destacó que la política de reducción de costes se tradujo en un ahorro de 18 millones de euros, mientras que la internalización de la carga de trabajo, frente a la externalización de tareas, tuvo un impacto favorable de otros 25 millones. Asimismo, señaló que Izar entregó en el año once barcos, todos ellos dentro de los plazos previstos, con lo que la empresa evitó las penalizaciones económicas. La responsable de la compañía comentó que la estrategia de Izar -fruto de la fusión de los astilleros civiles (AESA) y militares (Bazán)- pasa por lograr la dualidad de los centros de trabajo, aprovechar el "buen momento" de la contratación militar, y centrase en los barcos de valor añadido en el ámbito civil, como son los buques gaseros.
Respecto a la fuerte competencia que ejercen los astilleros de Corea del Sur con sus menores costes (no están afectados por la fortaleza del euro) y su política de "precios a la baja", el presidente del la SEPI insistió en la necesidad de que la Unión Europea sea "más beligerante" en la protección del sector europeo. Además, reiteró la conveniencia de que los astilleros europeos aumenten su cooperación, como ya ha hecho Izar con su homólogo francés DCN en lo que podría convertirse en la semilla de un consorcio continental, destacó.
