L D (Agencias)
El boletín de situación económica de las Cámaras de Comercio refleja que durante el primer trimestre, la confianza de los agentes económicos españoles se vio perjudicada por el contexto internacional. A pesar de la adversa coyuntura mundial, las empresas españolas registraron crecimientos “moderados” en este período.
En el período enero-marzo, el consumo mantuvo la apatía de los últimos meses y la inversión siguió presentando “síntomas de moderación”, apunta el informe. La producción industrial registró tasas negativas, debido a la debilidad de las exportaciones y la subida de los precios energéticos. En cuanto a la demanda externa, tanto las exportaciones como las importaciones se vieron afectadas por la desaceleración económica mundial. A pesar del final de la guerra de Irak, persisten las incertidumbres y han aparecido otras, vinculadas al brote de neumonía atípica en China, advierte el informe.
Estos factores han perjudicado el crecimiento del sector servicios, tal y como reflejan indicadores como el transporte de viajeros por avión y el turismo procedente de otros países. En el sector de la construcción se observó “una suavización” de las tasas de actividad, aunque continúa liderando la actividad económica española. La tasa de inflación, que se situó en el 3,7 por ciento en marzo, parece indicar “una ligera moderación”, señala el informe, que hace hincapié en el impacto del precio del petróleo en el precio de los carburantes.
España continúa manteniendo un elevado diferencial de precios con la Unión Europea, que perjudica las ventas en ese mercado. En lo que respecta al empleo, los datos de la Encuesta de Población Activa del primer trimestre del año reflejan un comportamiento mejor de lo esperado. Esta evolución revela la capacidad de la economía española de mantener un ritmo elevado de creación de empleo, a pesar de las dificultades del entorno internacional y la moderación del crecimiento interno.
Las Cámaras confían en que durante el segundo trimestre del año la finalización de la guerra de Irak implique una mejora de la confianza de los agentes y, sobre todo, una reducción del precio del crudo, que posibilitarán mayores ritmos de crecimiento. En el conjunto del año, las incertidumbres a escala internacional dificultarán un crecimiento superior al 2,5 por ciento.
En el período enero-marzo, el consumo mantuvo la apatía de los últimos meses y la inversión siguió presentando “síntomas de moderación”, apunta el informe. La producción industrial registró tasas negativas, debido a la debilidad de las exportaciones y la subida de los precios energéticos. En cuanto a la demanda externa, tanto las exportaciones como las importaciones se vieron afectadas por la desaceleración económica mundial. A pesar del final de la guerra de Irak, persisten las incertidumbres y han aparecido otras, vinculadas al brote de neumonía atípica en China, advierte el informe.
Estos factores han perjudicado el crecimiento del sector servicios, tal y como reflejan indicadores como el transporte de viajeros por avión y el turismo procedente de otros países. En el sector de la construcción se observó “una suavización” de las tasas de actividad, aunque continúa liderando la actividad económica española. La tasa de inflación, que se situó en el 3,7 por ciento en marzo, parece indicar “una ligera moderación”, señala el informe, que hace hincapié en el impacto del precio del petróleo en el precio de los carburantes.
España continúa manteniendo un elevado diferencial de precios con la Unión Europea, que perjudica las ventas en ese mercado. En lo que respecta al empleo, los datos de la Encuesta de Población Activa del primer trimestre del año reflejan un comportamiento mejor de lo esperado. Esta evolución revela la capacidad de la economía española de mantener un ritmo elevado de creación de empleo, a pesar de las dificultades del entorno internacional y la moderación del crecimiento interno.
Las Cámaras confían en que durante el segundo trimestre del año la finalización de la guerra de Irak implique una mejora de la confianza de los agentes y, sobre todo, una reducción del precio del crudo, que posibilitarán mayores ritmos de crecimiento. En el conjunto del año, las incertidumbres a escala internacional dificultarán un crecimiento superior al 2,5 por ciento.
