LD (EFE)
El año 2002 ha puesto fin al periodo de hegemonía de las acciones en las preferencias del ahorro familiar, y que registró su punto álgido en 1998, cuando este tipo de activo alcanzó el 43,5 por ciento de las posesiones financieras de las familias españolas, beneficiado por el creciente interés de los hogares por los mercados bursátiles. A finales de año, el dinero en efectivo y los depósitos alcanzaban los 481.836 millones de euros -el 44,33 por ciento de los activos financieros familiares-, frente a los 370.820 millones -el 34,12 por ciento-, acumulados en acciones y otras participaciones.
Según los expertos, la caída de las bolsas en los últimos ejercicios ha provocado en 2002 el detraimiento de la inversión en renta variable, y el giro de los activos financieros hacia la seguridad de los depósitos y el dinero en efectivo. Así, al cierre del pasado año los depósitos acumulados por las familias españolas alcanzaba los 428.985 millones de euros, y el dinero en efectivo, los 52.851 millones. En cambio, las acciones como activo financiero familiar se redujeron a los 197.394 millones de euros, frente a los 272.256 millones del año anterior, en tanto que los fondos de inversión alcanzaron los 132.027 millones de euros, y otras participaciones, los 41.399 millones de euros.
Entre todas las partidas que conforman los activos financieros de los hogares españoles -efectivo y depósitos; valores distintos de acciones; acciones y otras participaciones; reservas técnicas de seguro, y cuentas pendientes de cobro- la única que cayó en 2002 fue la de las acciones, en más de un 27 por ciento. Esta caída motivó a su vez la reducción de los activos familiares hasta los 1,08 billones de euros, lo que representa un descenso del 2,6 por ciento en comparación con el año 2001.
De esta manera, las posesiones financieras de los hogares españoles se redujeron en 2002 al 156,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), desde el 171,3 por ciento que representaban el ejercicio anterior. Por otro lado, la deuda financiera de las familias españolas alcanzó al término del 2002 un nuevo máximo histórico, con 448.292 millones de euros, lo que representa el 64,6 por ciento del PIB.
Según los expertos, la caída de las bolsas en los últimos ejercicios ha provocado en 2002 el detraimiento de la inversión en renta variable, y el giro de los activos financieros hacia la seguridad de los depósitos y el dinero en efectivo. Así, al cierre del pasado año los depósitos acumulados por las familias españolas alcanzaba los 428.985 millones de euros, y el dinero en efectivo, los 52.851 millones. En cambio, las acciones como activo financiero familiar se redujeron a los 197.394 millones de euros, frente a los 272.256 millones del año anterior, en tanto que los fondos de inversión alcanzaron los 132.027 millones de euros, y otras participaciones, los 41.399 millones de euros.
Entre todas las partidas que conforman los activos financieros de los hogares españoles -efectivo y depósitos; valores distintos de acciones; acciones y otras participaciones; reservas técnicas de seguro, y cuentas pendientes de cobro- la única que cayó en 2002 fue la de las acciones, en más de un 27 por ciento. Esta caída motivó a su vez la reducción de los activos familiares hasta los 1,08 billones de euros, lo que representa un descenso del 2,6 por ciento en comparación con el año 2001.
De esta manera, las posesiones financieras de los hogares españoles se redujeron en 2002 al 156,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), desde el 171,3 por ciento que representaban el ejercicio anterior. Por otro lado, la deuda financiera de las familias españolas alcanzó al término del 2002 un nuevo máximo histórico, con 448.292 millones de euros, lo que representa el 64,6 por ciento del PIB.
