LD (EP) El presidente de Spanair, Gonzalo Pascual, ha anunciado que la compañía va a presentar "un recurso contra el Estado español por un abuso de posición dominante de AENA", los que les "impide prestar servicio libremente" a sus pasajeros".
En su alocución, Pascual ha denunciado que a Spanair "se le ha privado del derecho de operar en una terminal que ha financiado con las tasas de sus pasajeros, y todo ello en virtud de una resolución que conculca los principios más elementales de uniformidad y no discriminación que deben regir la gestión de un órgano público".
Este recurso se enmarca en una estrategia judicial más amplia mediante la cual Spanair, asesorada por PricewaterhouseCoopers, quiere paralizar la distribución por terminales en el aeropuerto de Barajas acordada por AENA en su resolución del pasado 2 de noviembre.
En virtud de esta resolución, el nuevo equipo gestor de AENA, revocando una resolución de la Administración anterior adoptada en junio de 2003, adjudicó a Iberia y a sus socios en Oneworld la práctica exclusividad de la nueva terminal T4 del aeropuerto, trasladando a Spanair y a las compañías de Star Alliance a la terminal T1, "la más vieja y obsoleta del aeropuerto", en palabras de Gonzalo Pascual. En la primera resolución, adoptada durante la gestión del Partido Popular, AENA había decidido que Iberia y Spanair compartieran junto a sus respectivas socias la nueva terminal del aeropuerto madrileño.
Esta denuncia contra el Estado español ante las autoridades europeas de la competencia correrá paralela al recurso de nulidad contra la resolución de AENA que Spanair ya ha presentado ante la jurisdicción contencioso administrativa española, recurso al que añade una petición de suspensión cautelar de su traslado de terminal, (actualmente opera en las terminales T2 y T3), aunque no reclamará la paralización del traslado de las demás compañías.
La compañía ha cuantificado en 102 millones de euros el incremento de costes operativos directos e indirectos que tendrá que soportar entre 2006 y 2010 por su ubicación en el aeropuerto, de los cuales 45 serán trasladados a sus pasajeros. "Es una medida injusta y discriminatoria por la cual Spanair, Star Alliance y todos sus pasajeros han resultado maltratados".