Arregi (PNV) no ve a Euskadi como estado independiente de la UE

El parlamentario del PNV Joseba Arregi aseguró que "no ve" a Euskadi como un estado independiente dentro de la UE, aunque reconoció que es un asunto al que no le da "muchas vueltas" dado que en el contexto actual "la independencia no es un concepto que tenga mucho sentido". En una entrevista con Efe, anterior a la declaración del presidente del PNV, Xavier Arzalluz, en la que pidió que se trate al País Vasco como a Estonia, Eslovenia o Croacia ya que tiene "personalidad y voluntad política propias y constituye, por ello, una nación", Arregi señaló que "no ve" cómo podría ser la independencia de Euskadi.

En ese contexto, se preguntó qué significa la independencia y recordó que ya en la ponencia política de la primera asamblea del PNV, celebrada en Pamplona a finales de los setenta, se habla de que ni los estados tradicionales "pueden pretender ser autosuficientes con su propia soberanía". A su juicio, considerar a Estonia o Lituania como países independientes, "es hablar de poder limitado hacia fuera, porque hay leyes internacionales, ya que existe un estado de derecho internacional que limita la soberanía", y aludió a la importancia de "ser uno mismo, definir y defender la propia identidad en la interdependencia".

Arregi, partidario de hablar de asuntos más próximos a la realidad, se mostró partidario de que el Gobierno que salga tras las próximas elecciones autonómicas esté formado por nacionalistas y no nacionalistas y, por la actitud del PP que ha optado por la "sustitución del nacionalismo", apreció que la única posibilidad es la de un acuerdo entre el PSE y el PNV.

En opinión de Arregi, crítico en los últimos años con las posiciones de la línea oficial del PNV, la pregunta que debe plantearse tras esos comicios no es qué opción es legítima, porque todas lo son, sino "¿qué es lo responsable políticamente, con la sociedad vasca actual, con esta complejidad y esta convulsiones?". "Sin querer dar consejos a nadie", argumentó que "lo bueno, lo oportuno y lo responsable sería un Gobierno de nacionalistas y no nacionalistas".

Criticó las recientes declaraciones del presidente del Gobierno, José María Aznar, sobre que en el País Vasco habrá "menos ETA y menos muertos" con un Gobierno no nacionalista y las calificó de "ligereza y superficialidad muy grande".

El ex consejero y ex portavoz del Gobierno vasco acaba de publicar el libro "La nación vasca posible", a la que describe como "aquella en la que seamos capaces de confluir quiénes somos nacionalistas y quiénes no lo son". Esa nación debe definirse de forma "abierta y cívica", sin el "exclusivismo de planteamientos uniformes y etnolingüísticos", sino con "capacidad de asumir e integrar en la nación vasca" a los que provienen de otras culturas. Para ello, aconsejó que "el no nacionalismo tiene que perder el miedo a las palabras nación o construcción nacional" y que "el nacionalismo tiene que abrirse a una sociedad plural, en la que no todo el mundo se identifica con un concepto de nación uniforme y homogéneo".

Arregi, defensor del Estatuto de Guernica como base institucional y que considera que prácticamente todo el nacionalismo democrático reconoce ya que el Pacto de Estella "ha fracasado", animó al nacionalismo a acomodarse a las nuevas circunstancias como han hecho otros partidos e instituciones, si bien declinó opinar sobre si ese cambio debe ir acompañado de un relevo en la dirección de su partido.

El consejero del gobierno vasco durante dos legislaturas y miembro del Parlamento autonómico desde 1986 aseguró que tiene una relación muy normal con los miembros de su grupo parlamentario y con el lehendakari, mientras que con Arzalluz "no ha tenido oportunidad de coincidir", ni de tener "una especial relación". Insistió en que su "ciclo político ha terminado" y que, como anunció al principio de la legislatura, ésta será la última para él, aunque, reconoció, "habrá quien crea que, como no me van a poner en las listas, he preferido decir que no quiero ir; pero no es eso".