L. D. / EFE.-
"Sin los colaboradores la operación hubiera sido irrealizable", agregó Martínez Torres, quien testificó en la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid al igual que otros cuatro testigos, entre ellos el periodista Manuel Cerdán. Álvarez, acusado en este juicio junto a otras seis personas, entre ellas los ex ministros del Interior José Barrionuevo y José Luis Corcuera, según el escrito de conclusiones del fiscal, recibió un cheque de 15 millones de pesetas a modo de gratificación tras su marcha del Ministerio e hizo suyo el importe.
Por su parte, Álvarez aseguró en el juicio que ingresó un cheque de 15 millones que el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, también acusado, le dio para un confidente e invirtió el dinero hasta que se lo pagó.
Según explicó, Vera le entregó el cheque en 1986 cuando dejó su cargo como director del Gabinete de Información de la Dirección General de la Seguridad del Estado para el pago de una persona que había colaborado en el "caso Sokoa", a quien él se lo pagó en el primer semestre de 1998 y no antes, puesto que, según indicó, "el hombre me dijo que iba a estar desaparecido".
El que fuera comisario general de Información en el Ministerio del Interior entre 1982 y 1994 manifestó respecto al confidente de Álvarez que sabe que existía, aunque no le conocía, ya que "lo que más se cuida es la identidad de los colaboradores pues si no difícilmente querría nadie colaborar con nosotros". Preguntado sobre si es frecuente que los colaboradores "desaparezcan" durante un tiempo aseguró que "es lógico" y respecto si sabe si el confidente reclamó el dinero explicó que "a mí no me lo reclamó".
"Todo eso se lleva con discreción", aseveró el testigo, quien señaló que ha visto en un par de ocasiones en la Secretaria de Estado a Mariano Jaquotot, ex vicepresidente del Real Madrid fallecido en 1994, aunque desconoce si éste era un colaborador. Según el fiscal, el ex director de la Policía José María Rodríguez Colorado, acusado en el juicio, para ocultar la titularidad de los "fondos públicos que le entregaba Vera" acordó con Jaquotot "que las cantidades ilícitamente recibidas se ingresaran en una cuenta que éste tenía".
En el juicio también testificó el periodista del diario "El Mundo" Manuel Cerdán, quien dijo que nunca atribuyó a Corcuera la propiedad de un chalé en Boadilla del Monte y que publicó en febrero de 1997 un artículo que decía que "un íntimo de Corcuera dice ser el propietario del chalé investigado por una juez". Corcuera hizo varios comentarios en alto mientras declaraba Cerdán, entre ellos "es increíble", por lo que el presidente del Tribunal le llamó la atención y pidió a los acusados que "se mantengan tranquilos, "aunque las declaraciones no les gusten".
"En la información digo que Corcuera no es el propietario. Le estoy haciendo un favor", añadió el testigo, quien en varias ocasiones se acogió al secreto profesional y recordó que viajó siete veces a Andorra "para ver si fotografiaban a Corcuera". Cerdán agregó que él se limitó a "transcribir y reflejar lo que aparecía en una información judicial".
En el juicio también declaró como testigo un hombre que fue vicepresidente de una empresa de aéreo-taxis, quien explicó que en varias ocasiones llevó a Rodríguez Colorado a Argel. También testificaron dos personas que reconocieron que recibieron un cheque por importe de dos millones de pesetas por unas reformas que hicieron en un chalé de Jaquotot.
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Por su parte, Álvarez aseguró en el juicio que ingresó un cheque de 15 millones que el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, también acusado, le dio para un confidente e invirtió el dinero hasta que se lo pagó.
Según explicó, Vera le entregó el cheque en 1986 cuando dejó su cargo como director del Gabinete de Información de la Dirección General de la Seguridad del Estado para el pago de una persona que había colaborado en el "caso Sokoa", a quien él se lo pagó en el primer semestre de 1998 y no antes, puesto que, según indicó, "el hombre me dijo que iba a estar desaparecido".
El que fuera comisario general de Información en el Ministerio del Interior entre 1982 y 1994 manifestó respecto al confidente de Álvarez que sabe que existía, aunque no le conocía, ya que "lo que más se cuida es la identidad de los colaboradores pues si no difícilmente querría nadie colaborar con nosotros". Preguntado sobre si es frecuente que los colaboradores "desaparezcan" durante un tiempo aseguró que "es lógico" y respecto si sabe si el confidente reclamó el dinero explicó que "a mí no me lo reclamó".
"Todo eso se lleva con discreción", aseveró el testigo, quien señaló que ha visto en un par de ocasiones en la Secretaria de Estado a Mariano Jaquotot, ex vicepresidente del Real Madrid fallecido en 1994, aunque desconoce si éste era un colaborador. Según el fiscal, el ex director de la Policía José María Rodríguez Colorado, acusado en el juicio, para ocultar la titularidad de los "fondos públicos que le entregaba Vera" acordó con Jaquotot "que las cantidades ilícitamente recibidas se ingresaran en una cuenta que éste tenía".
En el juicio también testificó el periodista del diario "El Mundo" Manuel Cerdán, quien dijo que nunca atribuyó a Corcuera la propiedad de un chalé en Boadilla del Monte y que publicó en febrero de 1997 un artículo que decía que "un íntimo de Corcuera dice ser el propietario del chalé investigado por una juez". Corcuera hizo varios comentarios en alto mientras declaraba Cerdán, entre ellos "es increíble", por lo que el presidente del Tribunal le llamó la atención y pidió a los acusados que "se mantengan tranquilos, "aunque las declaraciones no les gusten".
"En la información digo que Corcuera no es el propietario. Le estoy haciendo un favor", añadió el testigo, quien en varias ocasiones se acogió al secreto profesional y recordó que viajó siete veces a Andorra "para ver si fotografiaban a Corcuera". Cerdán agregó que él se limitó a "transcribir y reflejar lo que aparecía en una información judicial".
En el juicio también declaró como testigo un hombre que fue vicepresidente de una empresa de aéreo-taxis, quien explicó que en varias ocasiones llevó a Rodríguez Colorado a Argel. También testificaron dos personas que reconocieron que recibieron un cheque por importe de dos millones de pesetas por unas reformas que hicieron en un chalé de Jaquotot.
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