El desplome de la bolsa española provocado por las medidas del gobierno argentino, la cancelación del viaje a Italia de Piqué y la designación oficial de Artur Mas como candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat son las noticias más destacadas por la prensa de este martes.
Todos los diarios, salvo El País, arremeten contra las demagógicas y expoliadoras medidas adoptadas por el Gobierno de Duhalde que han provocado a las empresas españolas pérdidas en Bolsa por encima de los 10.000 millones de euros. Para ABC, el problema de las empresas españolas no ha sido la devaluación que, pese a ser claramente negativa para sus intereses, ya había sido descontada por los mercados, sino el paquete de medidas -que este diario diplomáticamente tilda de “poco ortodoxas”- que el Gobierno ha aprobado para atenuar los efectos de la pérdida de valor de la moneda en la población. El diario recuerda el nuevo impuesto a los hidrocarburos, la congelación de las tarifas de los servicios públicos que suministran empresas como Telefónica o Endesa o la decisión de que los créditos concedidos hasta 100.000 dólares se conviertan en 100.000 pesos, lo que supone que la Banca tendrá que “perdonar” a sus clientes un 40 por ciento de sus créditos. “Estas medidas de corte populista –concluye advirtiéndo ABC- pueden calmar la ira de la población a corto plazo, pero sólo servirán para aumentar la desconfianza de la inversión extranjera. Una política poco creíble y discriminatoria es la peor carta de presentación para un Gobierno que debe contar con el respaldo de los agentes internacionales para sacar a Argentina de la crisis”.
El Mundo, por su parte, también destaca en su editorial la campaña de la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresariales (CAME) –una federación de comerciantes– donde se acusa a las empresas españolas de incitar los saqueos con sus “abusos”. En esta línea, La Razón, cuyo titular de portada es “Duhalde agita el fantasma antiespañolista en Argentina”, denuncia en su editorial la táctica del gobierno argentino de “dar carnaza al pueblo con el extranjero” sin asumir la responsabilidad de los dirigentes de aquel país en la crisis económica. “Su agresión –afirma sin tapujos este diario- a los intereses españoles es un aviso para navegantes. España apostó por Argentina cuando Estados Unidos dejó de hacerlo. ¿Quién lo hará después de España?”. “Por mucho que Duhalde insista, no va alograr que España olvide los lazos de hermandad y afecto con el pueblo argentino. Pero la actitud del peronismo es una injusticia y una irresponsabilidad. Y el Gobierno español debe hacérselo saber”.
Mientras el editorial de La Razón denuncia sin excusas la responsabilidades autóctonas del desastre, el presidente de ese diario dedica su “canela fina” ha incluir en ellas nada más y nada menos que a los Estados Unidos. La surrealista conspiración que Ansón se inventa es buena muestra que el antiamericanismo visceral no es una majadería exclusiva de la izquierda.
Por cierto, salvo el indirecto toque de atención de La Razón a Piqué, ningún editorial critica las condescendientes declaraciones del ministro ante la agresión a la propiedad y el incumplimiento de los contratos que han padecido las empresas españolas en aquel país. Tampoco con Marruecos, ningún diario criticó entonces la pusilanimidad de nuestro ministro de Exteriores; un actitud que, sólo el posterior y descarado entreguismo de Zapatero, ha hecho pasar, por contraste, a la de Piqué como modelo de firmeza.
Y, por si no hubiera ya bastantes coincidencias, nos sale El País animando también a la condescendencia ante Argentina afirmando que “desde fuera no conviene atosigar, sino ayudar. España tiene una magnífica oportunidad de hacerlo desde la presidencia de la UE”. Quitando hierro al impacto que las decisiones del Gobierno argentino van a causar a las empresas españolas, El País considera que las adoptadas por Duhalde son “medidas económicas difíciles y seguramente poco ortodoxas” pero “necesarias”.
En un editorial simplemente delirante, este diario afirma que “con la excepción de un sistema fiscal impropio de una economía avanzada, Argentina había mantenido la ortodoxia en los últimos 10 años hasta la extenuación, para terminar en un callejón del que sólo podía salir rompiendo el muro”. Vamos, como si la paridad con el dólar fuese el responsable del desaguisado y los argentinos no conociesen el déficit y endeudamiento galopante, la multiplicación de la burocracia, el insostenible gasto público o el distorsionador intervencionismo estatal, todo ello regado con la tara omnipresente de la corrupción. En fin, lo único creíble del editorial de El País es su afirmación de que no todas las empresas españolas van a salir perjudicadas por las decisiones de Duhalde. Ciertamente, las del Grupo Prisa seguro que no.
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