Menú
MARRUECOS-ESPAÑA

INFORME: Melilla y Ceuta, españolas desde los siglos XV y XVI

Las Ciudades Autónomas de Melilla y Ceuta pertenecen a España desde 1497 y 1581, respectivamente. Marruecos, que las reivindica como territorio propio, se constituyó como Estado mucho después, en 1956.

LD En 1497, recién descubierta América y terminada la Reconquista, la Corona de Castilla se anexionó un pequeño puerto al norte de África que servía de refugio a los piratas del Mediterráneo. Se trataba de Melilla, que, de esta forma, se incorporó a la Corona de Castilla antes incluso que el Reino de Navarra, que no entró a formar parte de la Corona hasta 1511. Ceuta se incorporó a la soberanía española algo después, en 1581, año en que Felipe II reinaba en España y Portugal. Entre las posesiones que heredó se encontraba esta plaza situada en el norte de África, que había sido ocupada por los portugueses en 1415. Cuando se produjo la independencia de Portugal (1640-1663), se devolvieron a este país todas sus posesiones de ultramar, los nobles ceutíes pidieron a Felipe IV seguir perteneciendo a la Corona española. Esa pertenencia se confirmó en 1668. Desde esas fechas las dos ciudades norteafricanas han pertenecido a España, rigiéndose por las mismas leyes que la Península, Baleares y Canarias.

En 1850, España y el Sultán de Marruecos firmaron un Tratado en el que se fijaban los límites de la soberanía española en Melilla, y éstos eran la distancia alcanzada por un cañón de 24 centímetros. El Tratado de Tetuán de 1860, firmado el 26 de abril de ese año, hacía lo mismo con la plaza de Ceuta. Posteriormente, otros acuerdos y tratados sirvieron para confirmar la soberanía de España en Ceuta y Melilla, como la Declaración de Londres de 8 de abril de 1904 y el Convenio hispano-francés del mismo año. A pesar de que Marruecos no es reconocido internacionalmente como Estado hasta 1956, los sultanes marroquíes han venido reivindicando lo que denominan “territorios irredentos del Norte” desde el siglo XVII hasta el XX.

La II República española (1931-36) hace mención a estos territorios en el artículo 8, párrafo segundo, de la Constitución del 9 de diciembre de 1931, asegurando que ambas ciudades nunca formaron parte del Protectorado español sobre Marruecos (1902-1956). Tras la Guerra Civil española -en cuyo origen tuvieron un importante protagonismo- el general Franco, supo dejar bien claro al rey marroquí Hassan II la situación de Ceuta y Melilla. En una de sus conversaciones le dijo que no quería ni suponer que Ceuta y Merlilla pudiesen entrar algún día en la lista de las reivindicaciones marroquíes. Al parecer, Hassan le respondió: “Mi general, lo de Ceuta y Melilla no lo veremos ni usted ni yo”. Su amistad con Franco no impidió que el monarca alauita invadiera con 350.000 marroquíes el Sahara español, en octubre de 1975, cuando el dictador comenzaba su larga agonía. El recuerdo de esta “marcha verde” ha planeado desde entonces sobre Ceuta y Melilla.

El 27 de diciembre de 1986 se presentaron en el Consejo de Ministros los anteproyectos de ley de Estatutos Especiales para Ceuta y Melilla, que una vez aprobados, les conferirían un régimen a medias entre la carta municipal y el estatuto de autonomía.

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal