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La prensa de un vistazo

Euforia en 'La Vanguardia' y 'El País': el referéndum es "posible"

Dos temas fundamentales en las portadas, con sospechosos silencios: el asunto catalán y la violencia callejera desatada.

El Mundo se lleva las manos a la cabeza. "Mas advierte que pese al TC mantendrá su reto al Estado". Qué me dices, no puede ser. Casimiro dice, y dice con razón que "es un disparate que una autoridad se declare en rebeldía contra el Estado que le legitima". Pero un disparate disparatado. "Por encima de las mayorías de cada momento están las leyes" y saltárselas "es profundamente antidemocrático". Menudo broncazo ¿eh? El catedrático de Derecho Constitucional Jorge de Esteban también se empeña en hablar a Mas de legalidades, pero afila las uñas. "Si no hay forma humana de convencerle de que está obligado a respetar la Constitución, hay otros artículos de ésta que se podrían aplicar". ¿Como por ejemplo? Qué manía de quedarse a medias.

El segundo tema del día me parece un dejá vu. "Un policía saca su arma al ser acorralado por 50 radicales". "Al grito de vamos a matarlos, que son pocos, los manifestantes rodearon a los dos agentes en la Complutense". Dice Casimiro que "la espiral radical de las manifestaciones contrasta con la impotencia de los agentes responsables de salvaguardar la seguridad en las protestas". Mientras, "los partidos y sindicatos son renuentes a condenar los actos vandálicos". ¡Ya sé por qué me sonaba! Los últimos años de Aznar, el Prestige, el acoso a las sedes del PP...

El País no dice nada en portada de la violencia de ayer en la Complutense. Ni siquiera para hablar de brutalidad policial. Malo, eso es que la cosa se está saliendo de madre. Miro y remiro para que no se cumplan mis peores presagios. Nada en España, nada en Opinión, nada en Madrid, Dios mío. Vida&Artes, tampoco. Sociedad, página 33, ¡al fin! "53 detenidos en un encierro por las becas en la Universidad Complutense". ¡Ohhhh, que es por las becas, pobres chicos! "Seguimiento desigual en la huelga estudiantil contra la ley Wert". La foto no acompaña el paisaje bucólico que nos pinta el titular. "Un grupo de estudiantes levanta en la Complutense una barricada con contenedores y neumáticos en llamas". "Dos policías resultaron heridos leves". Un detalle, mencionarlo.

Sí lleva en portada, en una columnita detrás de "Obama pide a Europa una OTAN más fuerte ante el desafío de Rusia" que "Mas mantiene intacto su reto soberanista pese al fallo del Constitucional". El País empieza a enseñar la patita de vamos a permitir el referéndum. "Los juristas creen que la sentencia anima a abrir el diálogo", en concreto "el tribunal no rechaza el derecho a decidir si se reforma la Constitución". En el editorial hace un ejercicio de mojigatería dando la razón a todo el mundo para concluir que "el TC recuerda que el derecho a decidir es posible en el marco, y solo en el marco, de una reforma constitucional", "es interesante la alusión a que no cabe un modelo de democracia militante, que imponga la adhesión a la Constitución vigente", así que "lo primero es que las partes empiecen a reconocerse legítimas". Françesc de Carreras no da tantos rodeos. "El Tribunal Constitucional establece que el derecho a decidir no es el derecho de autoderminación, pero sí una aspiración política a la que puede llegarse por un procedimiento ajustado a la legalidad".

ABC: "Los radicales extienden a la Complutense su caza al policía". Y "Mas desoye al TC y pretende llevar su desafío hasta el final". Bieito Rubido pega un repaso a todos en un editorial sobre violencia. "Los intentos de la ultraizquierda de incendiar la convivencia constituyen ya un peligro real para la democracia y la convivencia". Al rector, el hijo de Carrillo, lo pone a caldo. "El rector tan proclive a trabar la labor de las fuerzas del orden como a mostrarse comprensivo con los matones de ultraizquierda que campan por las facultades". A los jueces, en fin, "el día en que todos los jueces y fiscales entiendan la peligrosidad de estos grupos y su salvaje comportamiento, harán un gran servicio a la seguridad de todos", que espabilen un poco. La izquierda, menudos pájaros. Permanecen en un "silencio legitimador" porque los violentos son "ideológicamente afines" incumpliendo "el deber moral y político de condenarla sin paliativos". De IU no se espera nada, "está perdida para la causa de la sensatez", pero de Rubalcaba, el hombre de Estado, no se lo esperaba. "Es grave el mutismo de Ferraz". Y de UGT y CCOO ni hablamos.

A Carrascal, entre la violencia en las calles y el independentismo le va a dar algo. "Ha sido el ambiente reinante en vísperas de nuestras grandes tragedias. No estoy diciendo que corramos el riesgo de otra guerra civil. Los líderes de la izquierda y los dirigentes sindicales viven demasiado bien a costa del sistema que tanto critican para ponerlo en peligro. Pero me temo que estén llevando demasiado lejos su oposición y sus ganas de ocupar el gobierno". Y "lo mismo podemos decir de los nacionalistas, solo que elevado al cubo (…) Mala combinación nacionalismo y socialismo. Unan sus siglas y se darán cuenta". Unan, unan y verán lo que les sale.

La Razón dice que "Rajoy y Rubalcaba pactan una estrategia frente a Mas el día 8 en el Congreso". Corto me lo fiaís, Marhuenda, ya que se ponen podían pactar a más largo plazo. Qué dos. También cuenta que "la estrategia del 22-M" es "provocar a los policías para que disparen". "Los radicales buscan un mártir como en Grecia". En concreto, "la ultraizquierda busca un muerto". Pues van camino de conseguir más de uno. "Precisan de una tragedia para sumar a la movilización a grupos afines de izquierda". Y mientras, "el resto de la izquierda calla". Cuenta una cosa La Razón que me deja profundamente preocupada. El rector de la Complutense, "Carrillo ayer sí quiso llamar a la policía". ¡Adiós! La cosa debe estar poniéndose seria. "Tenía a varios antisistema durmiendo en el vicerrectorado". ¿Y por eso llamó a la policía? Menudo cobardica, si su padre levantara la cabeza.

La Vanguardia está eufórica con la sentencia. "El sector progresista exigió incluir el derecho a decidir en el texto a cambio de la unanimidad", dice. Jordi Barbeta dice que el Parlamento catalán ha recuperado "la alegría". "La autodeterminación implica, según el resultado, la independencia. En cambio, la consulta simplemente indica un estado de opinión, que habrá que tener en cuenta para hacer política. Y a eso aspira, de momento, la mayoría soberanista catalana, tan moderada ella". ¿Lo de moderado lo dice por Mas? Pues sí que están de buen humor, sí.

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