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Rajoy, sobre la abdicación del Rey: "No es nada improvisado"

El presidente asegura que "claro" que PP y PSOE podrían acordar una reforma de la Constitución, pero recalca que quiere más apoyos.

El presidente quiso alejar el fantasma de la "improvisación" en la abdicación del Rey. En círculos políticos y periodísticos surgió enseguida la tesis de que el resultado de las elecciones europeas y su repercusión en el PSOE pesaron como una losa en la decisión del monarca. Fue el pasado jueves, en el palacio de la Zarzuela, cuando don Juan Carlos citó en secreto a Mariano Rajoy y a Alfredo Pérez Rubalcaba para cerrar la fecha y los detalles del anuncio. Si bien, el relevo en la monarquía ha sido "muy meditado y pensado", afirmó el jefe del Ejecutivo en un acto organizado por The Economist.

Su majestad, explicó Rajoy, ya le habló "hace mucho tiempo" de la idoneidad de dar un paso atrás a favor de don Felipe. Según la Zarzuela, se lo comunicó el 31 de marzo y tres días después hizo lo propio con el líder de la oposición. Fuentes del Ejecutivo al más alto nivel apuntaron a este diario que los tres actores han ido diseñando una hoja de ruta "de la mano" y que está "bien atada".

"No es nada improvisado", zanjó el presidente ante el foro del seminario británico, organizado en el Casino de Madrid. Continuando con el relato del presidente, desveló que el monarca le dijo que tal vez "era el momento de abdicar" como ha ocurrido "en otros lugares" de la Unión Europea. A partir de ahora, remachó Rajoy, es el momento de don Felipe. "Conoce bien el mundo" y "tiene un gran apoyo" de los españoles, al tiempo que auguró que "desempeñará" sus nuevas funciones con nota.

En todo caso, si alguien busca el cambio del sistema, Rajoy ofreció un cambio de la Constitución. "Todo el mundo que quiere cambiar las reglas de juego puede hacerlo", incidió en relación a los que "piden un referéndum". Los pasos están claros: "que plantee en las Cortes" la modificación del texto de 1978 y que se vote. Pero "lo único que no se puede hacer es saltarse el imperio de la ley". Y, para que constara en acta, ya avanzó su opinión: "la monarquía tiene un apoyo muy mayoritario".

"No me opongo a una España federal"

Durante el coloquio, la economía quedó en un segundo plano para dar paso a las preguntas sobre la situación política del país. Y el presidente dio algunas claves sobre la idoneidad de modificar la Carta Magna. "Claro que veo" que PP y PSOE se pongan de acuerdo, reconoció. "No soy contrario", repitió. Pero Rajoy advirtió que para abrir ese melón antes querría llegar a acuerdos con más formaciones políticas, como ocurrió en 1978.

"Hay algo en la vida muy importante. Primero se piensan las cosas y luego se actúa" porque en caso contrario "se acaban generando situaciones ciertamente estrambóticas", argumentó. "Yo no me opongo a una España federal", llegó a decir, aunque recalcó que tras hablar con sus "promotores" aún no tiene claro el proyecto. Lo mismo dijo de la denominada "tercera vía". "¿Qué es lo que se quiere reformar?", se preguntó.

"Hay quien quiere que se el Estado recupere competencias, quienes quieren más competencias para la comunidades o que se rompa la soberanía nacional", radiografió, para volver a poner en valor los acuerdos del 78, cuando se alcanzó "un compromiso nacional, todos cedimos y salió el régimen democrático" con el que se ha dado "el mayor autogobierno del mundo". "Si Escocia tuviera la autonomía de algunas zonas de España", planteó, "no tendrían ese problema".

"El tema catalán es ineludible", dijo el moderado del acto, que le preguntó por la interlocución con Artur Mas. "Yo he hablado con él siempre que me ha llamado. No ha habido ni una sola vez en la historia que no haya hablado con él y que no le haya recibido. Lo que ocurre es que hace mucho tiempo que no tengo noticias de él", contestó, provocando las risas de parte del auditorio. "Yo estoy a disposición, como no podía ser de otra manera", zanjó.

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