El Mundo: "Europa pendiente de Escocia". Aquí seguimos a lo nuestro. "Los ministros, en alerta para frenar el desafío soberanista". "Moncloa les instruye sobre un posible consejo extraordinario el sábado para aprobar un recurso contra la consulta de Mas". Lo que les están haciendo currar estos catalanes. En el editorial, Casimiro dice que "Europa contiene la respiración" y la culpa de "esta peligrosa incertidumbre" a Cameron, que además, "ya ha perdido". Que lo sepa. Salga lo que salga en Escocia "el problema está sobre la mesa y la virtualidad de ambos procesos -en referencia a Cataluña- es que, sea cual sea su desenlace, el independentismo habrá ganado (...) El referéndum en Escocia, sea cual sea el resultado de la votación de hoy, ha generado ya una situación perversa. Si gana el sí se abre un escenario de imprevisibles consecuencias en toda la UE. Y aun ganando el no, el germen independentista habrá cuajado y será cuestión de tiempo que se vaya extendiendo a otras regiones", dice decaído. Arcadi Espada, más que deprimido tiene el susto metido en el cuerpo. "Hoy se decide la continuidad o la destrucción de un Estado europeo y se constata que el nacionalismo sigue siendo el principal riesgo de Europa". Mientras, en España lo tenemos "todo listo para frenar a Mas". ¿Todo listo? Pues dice Victoria Prego que "más vale que Artur Mas desista del referéndum" porque "la respuesta que la democracia española tiene preparada para un ataque contra el orden constitucional es dramáticamente escasa". Resulta que una declaración de independencia que antes era un delito de rebelión "ha dejado de ser delito" y "la sanción que comporta es la que corresponde a un delito contra la Administración Pública que se castiga con una pena de multa y otra de inhabilitación". Como se entere Junqueras la lía en menos que canta un gallo.
El País también mira a Escocia. "Escocia vota en un referéndum que marca el futuro modelo de Europa". Sobre Cataluña, titula que "el Gobierno celebrará una reunión urgente en cuanto Mas convoque la consulta en Cataluña". "El ejecutivo espera a que Mas mueva ficha, pero en cuanto lo haga presentará los recursos". Josep Ramoneda dice que todo esto es puro teatro, que "pasada la pantalla de 9-N, tarde o temprano habrá una negociación para un cierto reencuentro, para una fórmula de separación amistosa o para una claudicación (...) Rajoy está pagando las consecuencias de desoír las voces que venían de Cataluña, de responder a sus aspiraciones con el desdén, porque solo ha conseguido que el soberanismo se reafirme". "Hoy su posición es mas débil que en 2012, cuando tuvo oportunidad de tomar la iniciativa aceptando el desafío del referéndum. Cada día que pasa estamos más cerca de que cuando llegue la negociación ya sólo sea una simple transacción". Pues aceptar el referéndum es lo que hizo Cameron y ya le ves, Josep, subiéndose por las paredes que está hoy.
ABC dice que "Europa cierra filas frente al abismo escocés". José María Carrascal entiende perfectamente a los escoceses porque dice que no hay quien aguante a los ingleses. "El primer error de Cameron fue no aceptar una tercera pregunta para ampliar la autonomía de Escocia, como pedía Salmond. El premier inglés exigió un sí o no categórico, separarse o quedarse. Fue una muestra de la arrogancia inglesa. Arrogancia que no hizo mas que aumentar cuando al crecer el 'si' no se le ocurrió otra cosa que advertir a los escoceses de lo mal que lo iban a pasar si se separaban". ¿Eso hizo? A quién se le ocurre, aquí nunca hubiéramos pensado una cosa así. Explica Carrascal que "los nacionalismos no entienden de razones económicas" porque es algo así como "un enamoramiento o una borrachera, por lo que los argumentos no sirven frente a él". La prueba de que esto es así, asegura Carrascal, es "el dicho popular que lo resume: 'contigo pan y cebolla'", una verdad inapelable. Claro que también hay otro que dice que 'cuando el hambre entra por la puerta el amor salta por la ventana', José María. Continúa el columnista de ABC explicando que los ingleses tratan fatal a los escoceses. "Los ingleses les han caracterizado como penny-pinchers, como agarrados". ¡No me digas! ¡Qué antipáticos, estos ingleses! Aquí nunca diríamos una cosa así de los catalanes. "Los escoceses son callados, orgullosos, trabajadores, como demuestra que siguen vistiendo esas faldas", dice. Aquí me he perdido. ¿Qué tienen que ver las faldas con el silencio, el orgullo o el trabajo? En resumen, que "los escoceses tienen que decidir esta noche qué prefieren, ser más pequeños, más pobres, más modestos, pero siendo ellos y sólo ellos" y además "poder exclamar ¡al fin solos! sin esos petulantes ingleses" o seguir unidos a la "gran potencia" de los petulantes. Se lo estás poniendo difícil, Carrascal. Pero total, concluye, "si llevan aguantando los esnobismos ingleses 300 años, ¿a qué cambiar ahora?". Claro, visto así, qué más da, más vale malo conocido, madrecita que me quede como estoy... Pero Carrascal, supongo que no habrás hecho campaña por el no con esos argumentos. Como te coja tu jefe te corre a gorrazos, que dice en el editorial que "el separatismo genera discordia, y cuando se le sigue la corriente, esa discordia rompe las sociedades". Y Luis Ventoso, que dice que los escoceses son ricos y que "lo único que sucede es que ha anidado la ponzoña del nacionalismo". Gabriel Albiac, que también opina, dice que "el mal ya está hecho. Nada reparará la desgarradura absurdamente propiciada". Y si Victoria Prego nos contaba en El Mundo que lo de la ley es un camelo, Ignacio Camacho remata diciendo que lo del artículo 155 es una "leyenda urbana. Un bulo político, agitado para excitar el imaginario victimista" porque el famoso artículo que ha funcionado como el hombre del saco "no contiene en sus dos breves y ambiguos apartados ninguna alusión a procedimientos de fuerza ni a estados de sitio. Se trata de una disposición que garantiza, ante casos de desobediencia, la supremacía de las leyes estatales". Si se celebra un referéndum, el estado lo impediría "mediante un simple despacho. No con la guardia civil, ni con el ejército: con los mossos d'esquadra y funcionarios públicos". Pues vaya sosería.
La Razón se pone concisa. "Europa 'si' o 'no'". Al grano y sin tontunas. El editorial dice que "frente al nacionalismo hay que expresarse con claridad y explicar sin concesión populista alguna las consecuencias que conlleva la ruptura de una nación que se ha construido a lo largo de siglos, imbricando profundamente a la sociedad. Proclamar, como han hecho Londres y Bruselas, la verdad de que una Escocia independiente quedaría a su suerte, fuera de la UE y sin el apoyo financiero internacional, ha sido el mejor servicio que se podía prestar a los escoceses". Está el periódico de Marhuenda muy preocupado por lo que pase hoy en Escocia. "Nervios acumulados, polémica y alcohol nunca han sido una buena combinación. Con todo, decenas de pubs escoceses abrirán toda la noche para vivir en directo el recuento electoral". ¿Qué propones, que cerremos los bares cada vez que haya un partido de fútbol?

