Tal día como hoy, 20 de octubre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada la entrevista de la hija del expresidente del Congreso de los Diputados a una revista. En ella reconoció que compartía la ideología de su padre: "Soy de izquierdas. Así de tajante. Lo digo con orgullo. Eso no quita que tenga muchos amigos de derechas". Y admitió que "no por ser de izquierdas tienes que ser pobre, ni por ser de derechas rico".
Sobre el entonces presidente del Gobierno afirmó que "adoramos a Zapatero. Es muy amigo de la familia, es un hombre estupendo, amable e inteligente". También habló del movimiento 15-M, del que dijo que miraba con simpatía ya que estaba "de acuerdo con ellos" porque "hay que escuchar al pueblo y el primero en hacerlo debe ser el poder político”.
En la entrevista, Amelia Bono contó que trabaja con su madre gestionando las seis tiendas de Tous que tenían en Madrid y Castilla-La Mancha. Dijo que se sentía una "privilegiada" a pesar de levantarse "a las ocho de la mañana" y trabajar “como cualquier otra persona”. Por eso afirmó que “el dinero cuesta mucho ganarlo".
Cuesta mucho ganarlo pero no tanto gastarlo si atendemos a la información publicada por un diario nacional en el año 2010 en el que se aseguraba que en el año 2005, cuando Amelia Bono tenía 25 años, compró un ático de lujo en Madrid valorado en más de 630.000 euros a pesar de que en ese momento no trabajaba. A pesar de no tener ingresos no tuvo problema para conseguir la financiación para el piso. Pero el pago fue repartido de varias maneras, aunque sorprendía que entregó 234.000 euros en efectivo en el momento de la venta.
Además de a Zapatero, Amelia Bono también adoraba a su padre y a su suegro, el cantante Raphael. Prueba de ello fue la reacción que tuvo a un artículo que la criticó por tener que padecer una conversación en un ascensor con Bono y Raphael, lo que llevó a la revista a calificarla de "famosa aburridísima". Decía el artículo que "el hecho de que la chica lleve una vida normal, se ponga lazos tipo boomerang en cada esquina de sus trajes de noche y sea vagamente pelirroja no la convierte en el objeto de la curiosidad popular".
La respuesta de la hija de Bono llegó a través de Instagram. Allí escribió que estaba "muy orgullosa de mantener conversaciones con mi padre y mi suegro, sea en un ascensor o en cualquier otro sitio. Son dos hombres maravillosos, con gran cultura, mucha experiencia, muy interesantes y con gran conversación". Amelia Bono añadió que no entendía cómo la publicación "insiste tanto en que vaya a sus eventos y fiestas, y menos que me llamen para hacer reportajes, considerándome una "famosa aburridísima"”, y acabó su defensa diciendo que “lo siento, prefiero seguir teniendo la familia que tengo y las conversaciones que mantengo con ellos y ser el resto de mi vida la “más aburrida de la historia””.