La crisis interna persigue a UPyD. No pasaban más que unas horas de campaña electoral cuando volvía al primer plano tras desvelar El Mundo que el Consejo de Dirección se plantea expulsar a Irene Lozano por haber, supuestamente, planeado en secreto la creación de una nueva formación con alguno de los dirigentes críticos como Ignacio Prendes, hoy en Ciudadanos de Asturias. Así lo demostrarían varios correos electrónicos de los que también se ha hecho eco Infolibre.
Una información que empañaba la rueda de prensa de la diputada en Granada con la candidata municipal, Maite Olalla. Pese a todo, Lozano aseguraba que no contribuiría "al ruido" y que violar correspondencia es un delito. Lo cierto es que desde hace un mes Lozano no ha querido volver a entrar en sus críticas a Rosa Díez, si bien ha dejado claro que aspira a liderar el partido en el congreso extraordinario de verano. De su comportamiento leal da cuenta su participación activa en campaña. Hace unos días asistió al desayuno en Madrid de presentación del candidato autonómico, Ramón Marcos, aunque se quedó colgada junto a unas cámaras esperando un saludo de la presidenta del partido.
Precisamente Rosa Díez arrancaba la campaña en otra capital andaluza, Huelva, donde rehuía con vehemencia hablar del caso: "Lo único que nos preocupa es defender a nuestros candidatos y expulsar a los corruptos de las instituciones".
A la espera de que se aclare este lozanoleaks, fuentes del Consejo de Dirección de UPyD niegan saber nada sobre los correos y aseguran que en el orden del día de la reunión ordinaria del lunes ni siquiera se nombra a la diputada Lozano. En declaraciones a EFE, el diputado y miembro de la dirección, Carlos Martínez Gorriarán, se ha mostrado "sorprendido" por las informaciones, un sentimiento que compartía el citado Marcos, también miembro del Consejo de Dirección.