El ex juez Santiago Vidal ha presentado su renuncia al acta de senador de ERC después de una intensa y movida mañana. La Generalidad y ERC habían salido en tromba a primera hora para desmentir al exjuez Santi Vidal, ya exsenador por ERC pero, de momento, asesor del consejero de Justicia de la administración autonómica, Carles Mundó. Vidal, lejos de retractarse, declaraba al diario catalán Ara que "me ratifico en mis manifestaciones", las revelaciones sobre la obtención ilegal de datos fiscales de los ciudadanos de Cataluña, la elaboración de listados sobre los jueces (que habría llevado a cabo, afirmó, con la participación personal del consejero Mundó) y los preparativos para la proclamación de la república. Según decía en ese momento Vidal, "hay que generar ilusión y que se vea que se están haciendo cosas".
A las doce, matizaba lo dicho en su comunicado de dimisión: "He hecho unas declaraciones en un tono coloquial, intentado ser didáctico sobre el proceso, pero es evidente que tomadas en su literalidad, no se ajustan a la realidad". Ante la comisión de graves delitos que implican las citadas declaraciones, Vidal afirma en la nota que "quiero dejar claro que en ningún momento he querido poner en duda que el actual Gobierno de la Generalidad actúa con absoluto respeto a la legalidad vigente". No obstante, cita como marco jurídico de las "decisiones que se tomen en cada momento" la "cobertura legal del Parlament y la ley de transitoriedad jurídica".
Las presiones convergentes hicieron mella en ERC, que ha soltado el lastre de Vidal en un intento de evitar males mayores, dadas las implicaciones judiciales de las conferencias del ahora exsenador en las que hablaba de obtención ilegal de datos, vigilancia de los jueces, adiestramiento de los Mossos en un país no europeo, exigencias a los magistrados que quieran permanecer en Cataluña tras la proclamación de la república, etcétera, etcétera.
Santi Vidal fue uno de los principales referentes del proceso en los tiempos de Artur Mas. Suspendido de empleo durante tres años por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por redactar una constitución catalana en sus "ratos libres", según alegó, fue rescatado inmediatamente por la Generalidad y por ERC, que lo presentó como cabeza de lista para el Senado, en pago tanto por la redacción del proyecto de constitución como por encabezar un manifiesto de una decena de jueces catalanes en favor del referéndum del 9-N de 2014.
Semana "horribilis" para el proceso
El exjuez ha propinado un duro golpe al proceso separatista en una suerte de "semana horribilis" para el separatismo catalán. El domingo por la noche, un grupo de ciudadanos vapuleaba dialécticamente al presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, en TV3. El martes, Puigdemont, Raül Romeva y Oriol Junqueras llenaban una sala del Parlamento europeo de acólitos llegados de Cataluña para pronunciar una conferencia a tres que no tuvo ningún eco mediático internacional. Y el jueves, tras la llamada del gobierno catalán a sus funcionarios a librar el 6 de febrero al objeto de apoyar a Mas en el comienzo de su juicio, trascendían las conferencias de Santi Vidal, quien todavía dispone de un apartado propio en el canal de youtube del partido republicano.
El coordinador general del Partido Popular en Cataluña, Xavier García Albiol, da por descontado que la fiscalía actuará de oficio mientras que Ciudadanos y el PSC exigen la comparecencia de Puigdemont para explicar el caso.
Las declaraciones de Vidal sitúan al gobierno de la Generalidad e una difícil tesitura, puesto que son varias las consejerías afectadas, entre ellas la de Oriol Junqueras, vicepresidente económico y responsable de la "Agencia Tributaria" catalana, así como las de Justicia e Interior. Por si no fuera suficiente, el PDEcat y ERC mantienen una guerra cada vez menos disimulada en relación a la estrategia del proceso y los presupuestos depende de una asamblea de la CUP a celebrar este sábado.