El Mundo dice que "Rivera se abre a negociar con el PSOE en Castilla y León y Aragón". Se acabó el no es no. Dice Rosell en su editorial que ahora de lo que se trata es de propiciar "pactos responsables con la estabilidad como único horizonte" y se felicita de "la pérdida de apoyo electoral de las propuestas más radicales" como Podemos y Vox. "Los tres partidos llamados a defender sin ambigüedades el marco constitucional –PSOE, Cs y PP– están obligados a llegar a acuerdos entre sí, en diferentes combinaciones, según cada circunstancia concreta, con el objeto de evitar el chantaje de los populismos, tanto de izquierda como de derecha, así como del nacionalismo". ¿Será posible que al final podamos tener una legislatura tranquila? Según Jorge Bustos, sí. "Cuando las elecciones pasan, la vida inteligente recobra su honorable lugar en la política". Y no nos olvidamos de Pablo Iglesias, todavía no, déjennos relamernos unos días más. "Iglesias se desentiende del batacazo para preservar su liderazgo". Él lo que quiere preservar es el casoplón de Galapagar. Dice David Gistau que "Podemos parece tener un destino colectivo unido al de un líder que actúa como un iluminado convencido de haber sido elegido por la historia" cuando en realidad ha quedado "en político profesional fallido que persigue al presidente del Gobierno como un cobrador del frac para obtener mientras pueda un carguito". Dame argo, Pedro, que tengo dos hijos y uno en camino que mantener, por favor dame argo. Es patético.
El País dice que "el PSOE enfría la coalición con Podemos y presiona a Cs". ¿Qué ha sido del 'con Rivera no'? Porque como recuerda José Marcos en una información "la militancia socialista tendrá la última palabra en todos los pactos de gobierno". 'Con Rivera no', decían. No 'con Otegui no'. El dirigente socialista que propagó este latiguillo entre la militancia en la puerta de Ferraz debe estar escondido bajo la cama. Dice Cué en su información que Pablo Iglesias "abarató ayer su precio y admitió que su peso es modesto, pero insistió en entrar en el ejecutivo", que el podemita está de saldo. Qué mala leche tienes, Cué. Y el editorial se pone campanudo. "El coste de mantener la política de bloques es inasumible para quienes la promueven y para el sistema constitucional". Ah, vaya, ya no hay trifachito ni las tres derechas. Y llega a decir que "es el partido más votado en cada caso el que tiene el derecho y la obligación de intentar conformar una mayoría en torno a un programa de gobierno para la totalidad de la legislatura". No, si ahora va a ser El País el defensor de que gobierne la lista más votada.
ABC dice que "Rivera pasa del ‘no’ a Sánchez al ‘ya veremos’". Sí, política lo llaman. Bieito Rubido se pregunta en su Astrolabio lo que nos preguntamos muchos. "¿Cuál es la razón por la que la izquierda española, comenzando por el PSOE, está dispuesta a pactar con un partido procedente de una banda terrorista y, mientras tanto, se atreve a afear cualquier pacto con Vox? ¿Qué ley de los hombres dice que es mejor pactar con los golpistas catalanes que buscan romper España que con un partido conservador que defiende la unidad del país?". Es un misterio. El editorial recuerda a Sánchez que las "arrolladoras victorias" las han conseguido Page y Vara, "dirigentes caracterizados por criticar la política de acercamiento a los separatistas catalanes (…) El 26-M deja la imagen de un PSOE con el que se puede volver a hablar de España". Entre los que no pueden reprimir su entusiasmo por la caída de Podemos está Luis Ventoso. "Irene y Pablo, la pareja que ha convertido Podemos en su club privado (con Echenique en el papel de portero de la finca) no ganó ni allí donde se levanta el afamado chaletazo. El domingo comenzó el inexorable declive del podemismo. Una excelente noticia para el país". A ver si Sánchez no lo estropea.
La Razón dice que "Cs levanta el veto al PSOE y se marca como objetivo que Villacís sea alcaldesa". Y no solo eso, sino que Marhuenda afirma, tras poner verde a Ciudadanos en el editorial –"errático", "incongruente", "histriónico", "oportunista"– que "Cs juega con la posibilidad de apoyar a Gabilondo en la Comunidad de Madrid pero es incapaz de explicar el motivo por el que lo hace". Sin embargo, Toni Bolaño entiende que "Ciudadanos no puede dar un cheque en blanco al PP. En estos cuatro años no puede ser la muleta de los populares". Que es normal que haga pactos con el PSOE en algunas comunidades y ayuntamientos, pero que "Madrid queda fuera de este juego". A ver si se aclara este periódico. Resta credibilidad afirmar con rotundidad una cosa y su contraria.
En La Vanguardia Enric Juliana aclara el lío. El único objetivo del PSOE es "amansar a un decaído Podemos". Que Iglesias se arrastre pidiendo una limosnita. Pero que lo de pactar con Cs solo pretende "agudizar sus contradicciones". Ya me parecía a mí que Pedro Sánchez no podía tener buenas intenciones. Carmen del Riego cuenta la trifulca entre los barones del PP y Casado ayer a cuenta de que si se han salvado los muebles por el giro al centro o no. Casado se emperraba en que esto no tenía nada que ver, y Feijóo le dijo que "si no entendía lo que ha pasado es que no ha entendido nada". Con Moreno Bonilla casi llegó a las manos, cuando Casado le espetó que "había hecho más daño la foto de Andalucía con Vox que la foto de Colón, algo que rechazó el presidente andaluz respondiéndole que a él "nadie lo ve como un facha peligroso". Qué buen rollito, oye. Y eso que estaban de celebración.

