El Mundo
"Sánchez reacciona con un plan de 200.000 millones". Rosell aplaude a rabiar tras varias semanas usando al presidente como un saco de boxeo. "Pedro Sánchez al fin reacciona y activa el escudo". Tarde, pero "mejor es tarde que nunca, y cuando se rectifica para abrazar la responsabilidad conviene aplaudirlo". ¿Hay que salir a los balcones? "El plan trata de poner al Estado mismo como garante de la economía española, que afrontará con toda seguridad una amenaza cuyo potencial destructivo puede compararse a la crisis de 2008". En resumen, las medidas "caminan en la buena dirección".
De la misma opinión es Carlos Segovia. "Sánchez acepta el plan del Ibex". "El presidente ha acertado reaccionando porque los 100.000 millones de avales son la única alternativa viable para intentar generar confianza". Bien, nos congratulamos de que Sánchez vaya acertando en algo.
A Federico Jiménez Losantos, sin embargo, le parece una barbaridad. "El discurso de ayer de Pedro Sánchez fue una exhibición de insolvencia intelectual, garantía de un futuro populista y segura insolvencia material". Lo que Sánchez llamó "pomposamente la mayor movilización económica y social en nuestra democracia consiste en que los bancos asuman casi la mitad de un gasto cuyos ingresos no conocemos". Sánchez "ayer atracó bancos, dejó a los autónomos peor que estaban, desorientó a las empresas y asustó a la propiedad".
Mientras, Santiago González encuentra un motivo para el alivio. En el gabinete de crisis no está Podemos. "El hecho de que ninguno de ellos pertenezca a Podemos es sin duda un factor de tranquilidad que vela su sueño, presidente, y también el mío, no le voy a engañar". Pues yo hasta que no eche a Iglesias no pegaré ojo.
El País
"Sánchez lanza 200.000 millones contra la crisis del coronavirus". El editorial telebesuquea al presidente. El plan es "excepcional" y se sitúa en el "grupo de la vanguardia europea". "Ha sido presentado de forma convincente en la mejor comparecencia del actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez", el gran Pedro Sánchez, le falta ponerlo con mayúsculas. "Lo que antes fueron aproximaciones deviene ahora un programa completo. De suficiente ambición como para conseguir el objetivo de afrontar una gravísima crisis económica, pero temporal". Ja. "El programa se presenta como adecuado y asumible" y "no deja aparentemente a ningún sector fuera". Pues los autónomos tienen un cabreo del quince.
Por supuesto, el inevitable tortazo diario al PP, al que pide que asuma todo lo que haga el gobierno sin rechistar. "Se trata de no dejar a nadie desprotegido, a diferencia de lo ocurrido con la gran recesión de 2008 que dejo a muchos en la cuneta". Por culpa del PSOE, olvida mencionar.
"En resumen, este plan es sólido, creíble y susceptible de contribuir a preservar indemne a la economía española durante el grave bache que se avecina. Merece el apoyo general de la ciudadanía". A sus órdenes, Soledad.
ABC
"Una cifra para la crisis: 200.000 millones". Rubido no las tiene todas consigo. "El plan es bienintencionado y supeditado a la gravedad de las circunstancias, pero ajeno al proyecto económico que Sánchez tenía para España. Es un plan reactivo, resignado y necesario, pero probablemente insuficiente a largo plazo". No jorobes. "Son medidas razonables", dice sin mucho entusiasmo. No obstante, el plan "debió ser más audaz para dar certidumbre a un empresariado en situación de acuciante asfixia. Sánchez tiene el privilegio de contar en estas circunstancias extremas con el apoyo de la oposición y los agentes sociales, algo que en crisis similares nunca le fue concedido por la izquierda a los gobiernos de centro derecha. Cuestión de lealtad institucional, de la que la izquierda deber extraer lecciones". Eso no te lo crees ni tú, Bieito. "La comparecencia de Sánchez, con un giro evidente en su tono e imagen para corregir los numerosos errores cometidos hasta ahora, fue el resignado anuncio de una lucha en máxima indefensión contra una recesión inminente. Y España necesita que salga bien".
Luis Ventoso dice que si alguien hubiera profetizado todo lo que esta pasando "lo habríamos mirado como a un chalado fugado de un frenopático". Pero seamos realistas, al final "todo se jugará en que llegue o no la vacuna, o al menos un tratamiento. Si disminuyen los contagios y en un par de meses tenemos un fármaco, la euforia se disparará y todo parecerá un mal sueño". Pero si esto se alarga "llegará un dilema espantoso: reabrir el mundo y convivir con la enfermedad y su dolor, o mandar la economía al carajo". La verdad más descarnada que se ha dicho en mucho tiempo.
Ignacio Camacho pide a Pedro Sánchez que se deshaga del virus Iglesias porque "no va a enderezar la situación mientras continúe amarrado a él". "Todas las medidas económicas de ayer están directamente relacionadas con su fuerte ascendencia. Iglesias ha olido en la crisis una oportunidad de intervenir a fondo en la banca, la sanidad privada, la cadena de distribución alimentaria o la vivienda. Ha visto de cerca el desconcierto de Sánchez y ansía tomar el control". Vamos, si eso pasa que intervenga el Rey e incluso el Ejército.
La Razón
"Economía de guerra". "El futuro se presenta con tintes oscuros", dice Marhuenda, pero "la emergencia pasará, la sociedad española logrará superar la epidemia y llegará el tiempo de reparar los daños y de relanzar la economía a poco que se restaure la normalidad". Mientras tanto, el bicho cabroncete "se ha llevado por delante el proyecto político del actual gobierno de coalición y Sánchez, confrontado con la realidad, se verá obligado a articular un nuevo programa de gobierno que, forzosamente, llevará a un desencuentro mayor de sus socios de Podemos. No es descartable en absoluto que Sánchez se enfrente a una crisis interna en el Gabinete que puede dar al traste con la legislatura". Mira, al final me va a caer bien el bichejo.

