Nueva noche de disturbios, fuego y violencia extrema de grupos de separatistas y antisistema, que exigen la libertad del delincuente Pau Rivadulla, alias Pablo Hasél. Tras unos días de calma tensa, la violencia ha vuelto a la capital catalana de la mano de los mismos radicales que protagonizaron salvajes altercados los días posteriores al encarcelamiento del rapero de Lérida. Se trata de un millar de individuos que muestran una notable experiencia en terrorismo callejero.
La negativa de los partidos independentistas y de la versión catalana de Podemos a condenar la violencia y sus múltiples justificaciones en torno al paro juvenil, la fatiga por la pandemia y la ausencia de perspectivas han propiciado una nueva oleada de incidentes, cada vez más graves. El viernes se atacó una comisaría de la Policía Nacional en Tarrasa, este sábado por la mañana grupos independentistas vinculados a la CUP cortaron la autopista AP-7 en Gerona durante dos horas. Y por la noche fue el turno de Barcelona, escenario de múltiples actos de terrorismo callejero.
Los violentos atacaron a los Mossos y se cebaron con la comisaría de la Guardia Urbana de las Ramblas. Llegaron a prender fuego a una furgoneta de la policía local. Antes habían destrozado los cajeros automáticos que encontraron a su paso. Además, provocaron un incendio en una sucursal bancaria. Los informadores gráficos que cubrían los disturbios también fueron objeto de los ataques de los manifestantes, que coreaban la consigna "la prensa apunta, la policía dispara".
Poco antes de las nueve, los Mossos informaban de que los violentos saqueaban comercios en la Rambla de Cataluña, habían pegado fuego a un hotel del popular paseo y apedreaban los escaparates de los comercios para saquearlos, entre ellos el Zara de la plaza de Cataluña. A esa hora los incidentes se habían desplazado de las Ramblas a la ronda Universidad y la citada Rambla de Cataluña. Los violentos cruzaban containers y mobiliario urbano, que incendiaban, para dificultar el desplazamiento de las furgonetas de los antidisturbios de los Mossos.