Golpes, sillazos, violencia, insultos y gritos. Una parte del separatismo no puede disimular su frustración. Si la víspera se insultaba a Oriol Junqueras en el "Fossar de les Moreres" (el "Foso de las Moreras" en el que según la mitología separatista deberían estar enterrados los defensores de la ciudad de Barcelona en 1714), durante la "Diada" han menudeado las peleas entre radicales de izquierda y de extrema derecha, todos ellos afectos a la causa separatista.
Por la mañana, la organización "Aliança Catalana" denunciaba que separatistas de izquierdas les habían agredido y robado material propagandístico en el referido enclave. Por la tarde, la violencia iba a mayores y extrema izquierda y extrema derecha separatistas daban cuenta de sus diferencias a sillazos. El motivo de la trifulca, la presencia en el lugar de miembros del "Moviment Identitari Català" que habrían ofendido a los elementos próximos a la CUP que se encontraban en ese momento en el "Fossar".
Tras unos momentos de insultos y gritos, unos y otros pasaron a mayores con golpes con los mástiles de las banderas, puñetazos y lanzamientos de sillas de las terrazas cercanas. También hacía acto de presencia el exterrorista Fredi Bentanach, referente del separatismo y el mismo que gritó "Junqueras, traidor, púdrete en la prisión" en una manifestación de elementos próximos a Junts per Catalunya frente a la sede de ERC.
Pasaron los tiempos en los que el separatismo presumía de ser un movimiento "cívico, pacífico y festivo". Hasta en la manifestación de la ANC se registraron incidentes cuando grupos de violentos lanzaron objetos contra la Jefatura Superior de la Policía Nacional en la Vía Layetana.