El "desarrollo sostenible" y la "sensibilidad y el respeto al medio ambiente" son dos de los pilares de los currículos de la Lomloe y, en consecuencia, los primeros libros de texto, que deben estar listos para el curso que viene, están llenos de referencias al ecologismo y el "consumo responsable" alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que Educación ha convertido en eje de las programaciones.
Una de las vías para introducir estos conceptos en todo tipo de asignaturas son los textos para comentar: el de Lengua y Literatura de la editorial Oxford para primero de Bachillerato publica un artículo de El País señalando que "la comida barata no es la solución a los desequilibrios que vive el modelo de producción ganadera y agrícola". Como propuesta para practicar los debates en clase, proponen enfrentar "turismo sostenible" y "turismo de masas" aprovechando que el texto plantea la "necesidad de un cambio en el modelo de alimentación para favorecer el bienestar y la sostenibilidad del planeta".
El manual de Filosofía de primero también de Oxford aborda la "ética empresarial" en un apartado que reflexiona sobre filosofía y "actividad productiva", aprovechando para poner en cuestión el modelo actual. Entre las aportaciones que cree que puede hacer la filosofía a la empresa destaca la "elaboración de códigos éticos": "Cada vez es más evidente que las empresas deben dotarse de un código ético que oriente su actividad. La sociedad demanda comportamientos éticos a las empresas". También habla de los "problemas éticos del desarrollo tecnológico" que afectan, señala, "a la deshumanización del trabajo o a los riesgos que determinadas tecnologías entrañan para la salud y el medio natural".
En el mismo manual, se aborda el cuidado del medio ambiente en una sección con fragmentos tomados de la prensa. Pide "reflexionar" sobre el futuro de la Tierra planteando preguntas como si "tiene sentido concebir a la humanidad como un virus para el planeta" o "en qué medida afecta la responsabilidad individual a los patrones de consumo alimentario".
Capítulo aparte les merece el "negacionismo", donde incluyen, tras hablar del holocausto y el terraplanismo, "la negación del cambio climático" y "la violencia contra la mujer". "Tienen un gran peso negativo en la sociedad", afirman invitando a los alumnos a preguntarse "qué motivos económicos pueden tener ciertos sectores e individuos para negar el cambio climático" y "qué ideologías pueden estar tras la negación de la violencia contra la mujer". "¿Conoces algún otro hecho incuestionable que haya sido negado?", cuestionan.
Por supuesto, Greta Thunberg aparece entre las páginas del manual, que en uno de los capítulos incluye una cita suya ("no quiero que tengas esperanza, quiero que entre en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes") junto a otra de Victor Hugo y otra de Martin Luther King.
La crítica al modelo de sociedad actual lleva al manual a sostener en otra de sus páginas que "la empresa tecnocientífica, a través de una oferta tremendamente atractiva, ejerce su dominio sobre la sociedad al crear individuos tecnodependientes". Señala cómo hubo filósofos que avisaron sobre "las nefastas consecuencias que podría tener una fe ciega en la tecnología" y destaca algunos de sus "problemas", entre los que cita la "superproducción" y el "consumismo", la "deshumanización del trabajo y el empleo" o la "tecnociencia contemporánea", en la que "la búsqueda desinteresada de conocimiento o la transformación de la realidad para beneficio de la humanidad son sustituidos por fines mercantiles y comerciales".
Además de doctrina verde y sostenible, la "emoción" se introduce, como manda la ley, en varias de las asignaturas. Es el caso de Dibujo Técnico de primero de Bachillerato, de SM, donde el borrador propone "visibilizar la red oculta de cuidados que hace posible la vida" al hablar de las "vistas, cortes y secciones" de un objeto. En el libro de Matemáticas Aplicadas de Tu Libro, también de primero, destacan cómo "una de las claves de la felicidad es acostumbrarse a vivir con, a lo sumo, el 90% de lo que ingresamos". En Literatura, donde ahora en las lecturas primarán los itinerarios temáticos y no la cronología, en el manual de primero de Mc Graw Hill crean uno que recorre sentimientos como el miedo, el amor, la alegría, el miedo y la culpa.
"Una ley contra el conocimiento"
Entre el profesorado, desde que se empezó a conocer el articulado de la ley, se está denunciando cómo el saber se está diluyendo en medio de una marejada de consignas y directrices, incorporando contenidos que deberían quedar en la esfera de lo privado y que ahora empiezan a llegar a los manuales.
Señalan que aunque ya se estaba "metiendo adoctrinamiento desde la Logse" en los libros de texto, hasta ahora no había una "agenda tan brutal". "Es una ley contra el conocimiento", lamentan.