El Juzgado de lo Penal número 7 de Sevilla ha declarado culpables de falso testimonio a Francisco Javier García ‘el Cuco’ -ya condenado por encubrir el asesinato de Marta del Castillo en 2009- y a su madre, Rosalía García, por mentir durante la celebración del juicio que acabó con la condena de Miguel Carcaño como único responsable del crimen en 2011. La pena: dos años de prisión.
La sentencia recoge además el pago de una multa de seis meses, con una cuota diaria de ocho euros, y también de una indemnización -conjunta y solidaria- de 30.000 euros para los progenitores de la joven hispalense (15.000 euros para cada uno de ellos) en concepto de responsabilidad civil, atendiendo al "daño que se vuelve a hacer a los padres de la desgraciadamente fallecida".
La magistrada Olga Cecilia Simón ha considerado probado que ambos mintieron en su comparecencia como testigos. Algo que ellos mismos admitieron en la primera sesión del juicio que se siguió contra ellos el pasado 26 de mayo, cuando aceptaron los hechos que se relatan en el escrito de acusación de la Fiscalía. "Estoy de acuerdo con esos hechos, pero no voy a contestar a más preguntas", afirmó el joven hispalense. Fueron sus únicas palabras, no quiso dar más explicación. Tampoco lo hizo su madre.
Tal y como hicieron cuando comparecieron como testigos en 2011, acudieron a este último juicio con el guion muy bien aprendido. Dijeron lo justo y necesario como para que la magistrada que les juzgaba por falso testimonio no creyera necesaria la presentación de las pruebas testificales solicitadas por la Fiscalía y la acusación particular, en las que la familia de la víctima tenía puestas todas sus esperanzas.
Al conocer la noticia sintieron una gran decepción ya que, de haber salido algún dato nuevo, podría haber supuesto la apertura de una nueva causa. No obstante, tras conocer la condena, este jueves, la abogada de los padres de Marta, Inmaculada Torres, ha manifestado que "el resultado es plenamente satisfactorio" y ha celebrado que la juez haya impuesto a los acusados dos años de prisión, como pedía la acusación particular.
Consideraciones de la juez
Olga Cecilia Simón argumenta en la sentencia que el Cuco y su madre concertaron "con carácter previo" una declaración "concordante y coherente" con el objetivo de "dar cobertura a la actuación" de Francisco Javier García la noche en la que desapareció Marta del Castillo. Y lo hicieron "a sabiendas de que faltaban a la verdad". Tampoco les importó -considera la juez- "los perjuicios que ello podía irrogar para la familia de la fallecida".
En concreto, hace referencia a la declaración en la que el Cuco aseguró que no había estado en el piso de la calle León XIII —la escena del crimen— aquel 24 de enero y que, por el contrario, estuvo con unos amigos y se llegó a su domicilio alrededor de las 23.30 horas, ofreciendo todo tipo de detalles -falsos- como que se encontró con la pareja de su madre (ya fallecida), que había salido a tirar la basura. Un relato de los hechos "en franjas horarias distintas a la reales", según indica.
En la misma línea se refiere a la declaración de su madre, durante el juicio por el asesinato de Marta del Castillo. La magistrada expone que Rosalía García dio una coartada a su hijo "sabiendo que no era verdad". Ella relató que salió -sobre las 23.30 horas- con el que entonces era su pareja a tomar unas copas al bar La Portada, que regresaron a casa sobre la 1.30 de la madrugada del día 25 de enero y que al llegar se encontraron a el Cuco dormido en su habitación. La realidad es -recuerda Olga Cecilia Simón- que "estuvieron en el citado establecimiento hasta las 4.30 horas y su hijo no estaba" cuando llegaron a su domicilio.
"La verdad era muy diferente" según ha quedado acreditado en la sentencias tanto de la Audiencia de Sevilla como del Juzgado de Menores y del Tribunal Supremo, advierte la magistrada. Cabe recordar que en 2011 el joven fue condenado a dos años y once meses de internamiento en un centro de menores por encubrimiento. Entonces, aunque el juez le absolvió de los delitos de violación y asesinato, en la sentencia recogió que tenía la "plena convicción" de que el Cuco era conocedor de los hechos y sabía dónde estaba el cuerpo de Marta.