Este jueves el equipo legal que asesora y representa a Rafael Marcos ha dado un paso importante en la defensa de los intereses del exmarido de María Sevilla, la delincuente condenada por un delito de sustracción de menores que posteriormente fue indultada por el Gobierno.
Un indulto que el propio Rafael Marcos recurrió al Supremo –el mismo que acaba de avalar el de otra secuestradora de niños, Juana Rivas– y que, además, ahora han pedido que se suspenda cautelarmente mientras el alto tribunal toma una decisión al respecto.
Pero la novedad es que, según ha podido saber Libertad Digital, esas medidas cautelares se piden ahora no sólo ante el Supremo sino ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La petición que se presenta este mismo jueves se basa en el artículo 39 del TEDH y ha contado con la colaboración desinteresada de Javier Borrego, exmagistrado del Tribunal Supremo y ahora en la firma de abogados Durán y Durán.
Concretamente se pide al tribunal con sede en Estrasburgo que se suspenda el aspecto más polémico del indulto parcial que el Gobierno otorgó a Sevilla: la devolución de la patria potestad sobre el niño al que mantuvo un año alejado de su padre, sin escolarizar y evitando todo contacto social. Una medida que, como el propio Rafael Marcos explicó en su día en esRadio, no protegía al menor implicado "sino a una mujer que ha delinquido".
Montero, defendida por la abogacía del Estado
La petición del equipo legal de Rafael Marcos –que ha recaudado con donaciones populares más de 100.000 euros para poder librar su batalla en los tribunales– casi ha coincidido con el acto de conciliación que el propio Marcos había planteado a Irene Montero después de que la ministra le llamase maltratador.
Montero no se ha presentado en el acto de conciliación, lo que dará paso a una demanda, pero además se ha sabido que la ministra recurrirá a la abogacía del Estado para su defensa, es decir, que la pagaremos entre todos.
Una odisea legal y personal
Lo que Rafael Marcos ha sufrido a manos de su exmujer es sin duda toda una dramática odisea personal que ilustra perfectamente las prácticas de cierto feminismo en España y explica la voluntad de luchar de un hombre que se ha convertido en un símbolo.
Y es que el ex de María Sevila, que recordemos que era la presidenta de Infancia Libre, la asociación que asesoraba a Podemos, no sólo ha sufrido un divorcio traumático y el secuestro de su hijo, sino que además se vio asediado por hasta seis denuncias falsas por la condenada María Sevilla. Ahora, además, tiene que soportar los insultos de responsables políticas y hasta de periodistas.
