Los presupuestos autonómicos más expansivos de la historia, un alarde según sus promotores (ERC y el PSC) de gasto social para "fortalecer el Estado del bienestar" y "paliar el impacto de la crisis energética y la inflación". Así se han vendido las cuentas de la Generalidad, 41.025 millones, cuatro mil más que en 2022, en los que se incluye la subida del sueldo del presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, y sus consejeros.
En 2023, Aragonès cobrará 136.177,50 euros, un 2,5% más que el pasado curso, cuando el dirigente republicano se embolsó 132.855 euros. Por su parte, los consejeros autonómicos cobrarán 120.389,42 euros. Estos sueldos superan de largo los que cobran el presidente del Gobierno (90.000 euros) o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que percibe 100.000 euros anuales.
En junio de 2021, Aragonès decidió recortarse el sueldo un 15%. Su antecesor, Quim Torra, se llegó a subir el sueldo hasta los 153.000 euros. Sin embargo, el alarde de austeridad de su sucesor, Aragonès, duró poco. De los 130.250 euros pasó al año siguiente a los 132.855 euros y la previsión presupuestaria de este año en relación a su salario prevé que cobre 136.177,50 euros.
El pasado ejercicio, los consejeros autonómicos catalanes pasaron de 115.517 a 117.827 euros. Para 2023, se prevé que cobren 120.389,42 euros. Los altos cargos también cobran importantes salarios. El secretario general de la Presidencia, el secretario del gobierno, el director del gabinete jurídico, el director del Instituto de Estudios de Autogobierno y el presidente de la Comisión Jurídica Asesora cobran casi lo mismo que los consejeros, 120.389,42 euros. El escalón inferior, el de los secretarios generales, secretarios sectoriales, el director de la policía autonómica, la interventora general y el presidente de la "Autoridad Catalana de la Competencia", ingresarán 96.253,24 euros. Los directores generales, por su parte, cobrarán 92.259,48 euros.