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La autopsia exculpa a los guardas civiles a los que un padre acusó de matar a su hijo, como adelantó LD

Las forenses han ratificado este miércoles el informe de autopsia. El hombre murió por la combinación de: alcohol, drogas y excitación.

Las forenses han ratificado este miércoles el informe de autopsia. El hombre murió por la combinación de: alcohol, drogas y excitación.
Captura del video grabado y difundido por el padre de Carlos Bejerano. | TWITTER

Carlos Bejarano, de 37 años, falleció el 19 de septiembre de 2022 en el hospital San Juan de Dios del Aljarafe, donde estaba ingresado desde que fuera detenido una semana antes en las inmediaciones de la casa familiar, en Mairena de Aljarafe (Sevilla). Pasado un tiempo, el 8 de noviembre, el padre del joven incendiaba Twitter con la publicación de un vídeo en el que varios agentes de la Guardia Civil, a los que acusaba de su muerte, reducían a su hijo en el suelo.

Varios medios de comunicación, entre ellos El País, se apresuraron a sacar la noticia cuestionando la intervención de los miembros del Instituto Armado. Se vendió como un caso de "presunta brutalidad policial". Una posición que muchos habrían mantenido hasta ahora. "Se han hecho eco a pies juntillas de las declaraciones del padre y el abogado de la familia, sin pedirles pruebas para comprobarlo", señalan fuentes cercanas al caso a LD.

Bastaba con conocer algunos detalles del día de los hechos para darse cuenta "de qué iba la película", nos indican. Por ejemplo, que fueron los padres de Carlos quienes solicitaron la presencia de los agentes por miedo a lo que su vástago les pudiera hacer. Según ellos mismos relataron en su llamada de socorro, "estaba muy drogado, había actuado de forma violenta e incluso les había intentado agredir con un martillo".

Libertad Digital habló con varias personas que conocían las circunstancias de la intervención de los agentes y que tuvieron acceso al informe preliminar de la autopsia, dando un avance del mismo en exclusiva. "La escena que los compañeros se encontraron al llegar fue surrealista", relataron a este periódico. "La casa estaba reventada", nos aseguraron. "Había un tenedor de trinchar clavado en la parte superior de la lavadora y una vitrocerámica destrozada a martillazos".

En ese momento, el sujeto en cuestión no estaba en el inmueble. Pero sus padres "estaban atemorizados por si regresaba". Sabían cómo podía actuar. De hecho, cuando apareció "arrojó dos martillos a los agentes sin mediar palabra". También portaba "una llave de las que se utilizan para cambiar las ruedas y un destornillador con el que les podía atacar", así que procedieron a detenerle. Él "opuso resistencia" y fue necesario reducirle para ponerle las esposas.

Una situación relativamente frecuente para los guardias civiles que "cumplieron con su trabajo" y, lamentan, han recibido todo tipo de acusaciones, a pesar de que el informe preliminar de la autopsia ya descartaba que hubiese relación entre la muerte del varón y la intervención de los agentes, como publicó este periódico el 13 de noviembre de 2022. Conclusión que también reflejó el informe de autopsia que las partes recibieron a finales de enero Y que ha sido ratificado por las forenses este miércoles, 1 de marzo.

Lo que dice la autopsia

El informe de autopsia señala que Carlos Bejarano murió como consecuencia de una "encefalopatía hipóxico-isquémica post-parada, en el contexto de un Síndrome de Delirium Agitado (SDA) inducido por cocaína" que le provocó un "cuadro de agitación, comportamiento auto y heteroagresivo muy violento".

Según explican las forenses, lo que le mató fue la combinación del consumo de alcohol, cocaína y cannabis con la propia excitación del momento. Esto le provocó una parada cardiorrespiratoria súbita mientras los agentes procedían a detenerle. Carlos no presentaba lesiones derivadas de "una muerte asfíctica por comprensión del cuello o restricción toraco-abdominal".

A la vista del informe, los agentes de la Guardia Civil –a los que el padre del joven acusó de ocasionarle una muerte "brutal"– procedieron correctamente para reducir al varón, que presentaba una "intoxicación etílica aguda moderada", con una tasa de alcoholemia de 1,06 miligramos de alcohol por litro de aire respirado y una "actitud violenta y agresiva persistente".

La reacción de la familia

El abogado de la familia, Luis Romero, ha transmitido a LD que su intención ahora es la de "buscar un contrainforme, un informe pericial forense contradictorio" porque siguen teniendo dudas y los padres de Ángel Bejarano "quieren llegar hasta el final". El uso de la fuerza "debe ser proporcionada", insiste a pesar de que los forenses aseguran que no ha relación entre el fallecimiento del hombre y la forma en la que los guardias civiles le redujeron.

Ellos siguen poniendo en cuestión que fuese necesario "usar la técnica del mataleón". Así la ha denominado el letrado penalista, aunque es un término que se relaciona habitualmente a actividades delictivas. Se trata de una maniobra común entre los ladrones, por ejemplo, para someter a su víctima, estrangulándola por la espalda. "No cualquier agente está preparado para practicarla", sentencia.

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