Pedro Sánchez convoca elecciones. Y justo unos días antes, la prensa de influencia en Bruselas publicaba los intentos del aún presidente español para hacerse con un nuevo cargo: el de la Secretaría General de la OTAN, una plaza a la que no puede llegar sin permiso de Joe Biden, justo la persona a la que Sánchez visitó hace escasas semanas.
Un artículo del Business Live dejaba constancia dos días antes de las elecciones municipales españolas de los movimientos de Pedro Sánchez. El artículo se titulaba ‘La carrera por el nuevo jefe de la OTAN se calienta’. El texto destacaba que "Jens Stoltenberg, el secretario general noruego de la alianza, debe dimitir a finales de septiembre después de nueve años". Y señalaba que "la carrera para ser el próximo jefe de la OTAN se está calentando. Una carrera en gran parte en la oscuridad, sin signos aún de un claro ganador".
El periódico apuntaba a la "socialdemócrata Frederiksen, de 45 años, que se convirtió en la primer ministro más joven de Dinamarca en 2019" como uno de los candidatos claros a este puesto. "Fue elogiada por la gestión de crisis en la pandemia de Covid-19 y ganó un segundo mandato el año pasado", pero "tendría que renunciar a su puesto como primera ministra si consiguiera el puesto de la OTAN, lo que los comentaristas políticos han dicho que llevaría a su frágil Gobierno al borde del colapso", destaca la publicación.
Y su noticia, que ha generado impacto en Bruselas, no dudaba en incorporar una lista del resto de aspirantes con posibilidades: "Otras posibilidades. La primera ministra estonia Kaja Kallas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de Alemania, y la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, también han aparecido en las discusiones entre diplomáticos y informes de los medios de comunicación", destacaba.
"Otros nombres que a menudo surgen son el veterano primer ministro holandés Mark Rutte y el primer ministro español Pedro Sánchez", deslizaba la información.
La noticia sobre las pretensiones de Sánchez en la OTAN no es nueva. Sus aspiraciones se conocieron ya en marzo de 2022. Pero lo que sí es nuevo es que se vuelva a barajar su nombre en la prensa de influencia en Bruselas justo cuando anticipa elecciones, cuando parece estar de salida de su último cargo y cuando se acerca la fecha de salida del secretario general de la OTAN actual.