El buque con 16.000 vacas que se encontraba atracado en San Roque (Cádiz) tras haber sido intervenido por la Audiencia Nacional cuando viajaba desde Cartagena (Colombia) con destino al puerto de Said (Egipto), ha abandonado esta madrugada el puerto sanroqueño una vez finalizado el registro al que estaba siendo sometido.
Tras más de 12 horas de registros, los agentes de la DEA estadounidense y la Policía Nacional no han encontrado el cargamento de cocaína que buscaban entre sus 195 metros de eslora por 33,7 de manga.
No obstante, la Fiscalía Especial Antidroga de Audiencia Nacional ha acordado que, como es habitual en estos casos, el macroestablo flotante continúe su ruta "vigilada" hasta el puerto de destino para que, una vez allí y bajo un exhaustivo control de seguridad, sean descargadas las 16.000 vacas. Entonces, los agentes de la DEA podrían continuar el registro.
Según informa Europa Sur, los investigadores no descartan que los narcos que supuestamente viajan a bordo de la embarcación se deshicieran de la droga cuando vieron que la misma iba a ser interceptada en el Mar de Alborán.
Para tranquilidad de los animalistas, el ganado ha estado "bien alimentado y cuidado" con especial cuidado de todos los "controles sanitarios".
La búsqueda de droga en este tipo de transporte es muy complicado porque, además de las dimensiones del barco, los narcos ocultan la cocaína entre los excrementos del ganado, en los que se mezclan los sólidos y los líquidos, y en los que hay una fuerte presencia de elementos nitrogenados, tanto nitrógeno como nitratos, nitritos o amoniaco, cuenta Europa Sur. Los agentes encargados de esta tarea tienen que cubrirse de pies a cabeza con máscaras y botellas de oxígeno para protegerse. Además, los perros quedan inutilizados porque los malos olores ocultan el de la droga.
