Carles Puigdemont está dispuesto a vender muy caro un hipotético apoyo a la investidura de Pedro Sánchez y de momento no se apea de sus condiciones de máximos, la amnistía y la autodeterminación. Cuenta con el apoyo cerrado del sector más intransigente de su partido, el liderado por la presidenta de la formación Laura Borràs, condenada a cuatro años de cárcel por prevaricación y falsedad documental por fraccionar contratos para favorecer a un amigo cuando presidía la Institución de las Letras Catalanas.
Borràs ha roto el silencio de su partido tras participar en unas jornadas de grupos independentistas en Córcega y lo ha hecho a través de la red social de Elon Musk para marcar las líneas rojas del partido de Puigdemont. Así y tras recordar la situación personal del prófugo, asegura que "mucha gente se pregunta qué haremos nosotros, pero creo que la pregunta debe ser otra. La pregunta es ¿qué hará P. Sánchez?".
Ahir a la tarda, en la meva intervenció com a convidada d'Honor a les Ghjurnate Internaziunale di Corti @CORSICA_LIBERA , vaig explicar el moment actual de l'independentisme arran del seu paper determinant en la governabilitat de l'estat espanyol després de les eleccions del 23J. pic.twitter.com/I7PkkAviEz
— Laura Borràs 🎗 (@LauraBorras) August 7, 2023
Acto seguido añade que "Pedro Sánchez debe decir si está dispuesto a hablar de autodeterminación y de amnistía. Una amnistía significaría que el Estado para las hostilidades y abandona la vía de la represión, paso indispensable para abrir una negociación seria sobre la resolución del conflicto político".
El límite de la democracia
En cuanto al referéndum de autodeterminación, Borràs señala que "la libre determinación de los pueblos, la autodeterminación de Cataluña, no puede tener como límite la ley, sólo puede tener como límite la democracia. Por tanto, no se trata de bloquear la política española, sino de trabajar para desbloquear la situación política catalana".
La dirigente separatista destaca además que "en JxCat no tenemos ningún interés en negociar la investidura de un presidente español, tenemos todo el interés en negociar la resolución del conflicto que España mantiene con Cataluña. Y eso implica no pensar en una investidura o en las próximas elecciones, sino pensar en una solución definitiva".
Según la perspectiva de Borràs, el cuadro de situación consiste en que "seis años después (del referéndum ilegal del 1-O), la respuesta autoritaria del Estado español nos ha llevado a la situación actual, en la que Cataluña continúa siendo una comunidad autónoma de un Estado hostil con su lengua y su cultura e injusto con la gestión de los recursos económicos que genera".
En el largo hilo, Borràs se recrea en consideraciones como la de que Puigdemont es considerado "el enemigo público número 1 de los defensores de la unidad de España", en los resultados del referéndum ilegal y en críticas a Sánchez: "La fuerza de las urnas nos da nuevamente la opción de avanzar. Sería ideal que Pedro Sánchez decidiese también avanzar y que lo hiciera por convicciones democráticas a pesar de que probablemente sólo le preocupan las urgencias aritméticas. Pero el caso es que debe moverse".
Las consideraciones de Borràs refuerzan las tesis de quienes apuestan en JxCat en una repetición electoral que permita a JxCat avanzar a ERC y recuperar el primer lugar en el bando separatista.