El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, incurre ya en dos causas para abstenerse en la deliberación sobre la Ley de amnistía del 1-O que está elaborando el Gobierno de Pedro Sánchez. Este lunes, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, anunciaba la intención de su partido de recurrir esta Ley ante el Tribunal de Garantías.
Tal y como desveló LD, Conde-Pumpido está participando en los trabajos preparatorios para diseñar y redactar la Ley de amnistía que sirva para que ERC y Junts brinden su apoyo al PSOE e investir a Pedro Sánchez. El presidente del TC está desarrollando esta labor en completo secreto, con absoluta discreción y de forma clandestina, sin mantener reuniones con ningún miembro del Gobierno, ni de la comisión negociadora.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital afirman que "la participación de Conde-Pumpido en la elaboración de la Ley de amnistía es una de las dos causas de abstención en la que incurre actualmente el presidente del Constitucional".
"Según la doctrina del Tribunal de Garantías, no podría participar en el dictamen sobre el recurso de esta Ley. Dicha doctrina es denominada ‘doctrina Pérez Tremps’, en alusión al que fuera magistrado del Constitucional Pablo Pérez Tremps que fue recusado en la deliberación sobre el Estatuto de Cataluña. La razón fue que tres meses antes de acceder al Constitucional había firmado un contrato con la Generalidad catalana para asesorarla en la redacción del texto estatutario", añaden.
Las mismas fuentes consultadas por LD recuerdan que "Conde-Pumpido ya debía abstenerse previamente en todas las causas que lleguen al Constitucional relacionadas con el 1-O, incluida la Ley de la amnistía". De hecho, decidió apartarse de los recursos relacionados con el golpe en el 2021, después de que LD desvelase una intervención suya en el Congreso de los Diputados en noviembre de 2017, en la que se refirió implícitamente a los delitos de sedición o malversación cometidos por los golpistas.
Cabe destacar que el propio Constitucional será el tribunal tenga que avalar en último término la Ley de amnistía. La norma llegaría al TC cuando sea recurrida por el PP o cuando se presente una cuestión inconstitucionalidad por parte de algún tribunal inmerso en un procedimiento sobre el golpe del 1-O que se vea afectado por su aplicación.
La semana pasada, el propio Conde-Pumpido afirmaba que los jueces debían "respetar el imperio de la Ley y no injerirse en los demás poderes del Estado". Unas palabras que efectuaba como presidente del Constitucional, a pesar de que el Tribunal de Garantías no pertenece al Poder Judicial. Por su parte, Pedro Sánchez desataba la polémica el pasado viernes la polémica al anticipar que los acuerdos que el PSOE alcance para conseguir su investidura "serán validados" por el Tribunal Constitucional con "plena normalidad democrática".
Conde-Pumpido en la sombra
Tal y como publicó este diario, Cándido Conde-Pumpido colabora en secreto con el Gobierno de Pedro Sánchez para elaborar la Ley de amnistía sobre el 1-O. El Ejecutivo está elaborando la norma tomando como base la proposición de Ley que hizo ERC en el año 2021. Sobre este texto, se trabaja conjuntamente con el senador de ERC y catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, Joan Queralt. Los textos posteriormente son remitidos a Conde-Pumpido para que los supervise o los matice. El intermediario del presidente del TC en el Gobierno sobre este asunto es el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
En este contexto, "ninguna Ley sobre la amnistía será publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) sin recibir el aval y el visto bueno definitivo de Conde-Pumpido, que es el jurista de referencia del PSOE, del Gobierno y del propio Pedro Sánchez".