
Pedro Sánchez aseguró que había cerrado mucho más que un acuerdo con Marruecos para atajar el problema de las pateras: aseguró que había alcanzado un partenariado con Rabat para el control de la inmigración ilegal. El presidente afirmó que, gracias a la entrega del control del Sáhara Occidental a Mohamed VI, el problema de los cayucos iba a ser cosa del pasado. Y desde entonces no ha dejado de multiplicarse el número de personas llegadas a las costas españolas de Canarias. De hecho, de los 11.645 inmigrantes extra llegados a España con respecto a 2022, 10.415 lo han hecho por Canarias. El 90%.
Canarias se ha convertido en la puerta predilecta de entrada para las mafias de la inmigración. Saben que las condiciones de escaso control real y posibilidades de usar esta vía para colarse en España y en el resto de Europa son mejores que en otros lugares. Y saben igualmente que el supuesto pacto de España y Marruecos para controlar la llegada de cayucos no se está respetando ni materializando.
Los datos recién actualizados del Ministerio del Interior son incontestables. En España, hasta el 15 de octubre han entrado de forma ilegal un total de 36.814 inmigrantes. Se trata de un 46,3% más que en el mismo periodo del año anterior: 11.645 personas más. Pero el destino y preferencia de las mafias que analizan la entrada ilegal es obvio. Esos mismos datos confirman que el mayor aumento se registra en Canarias, con un avance del 79,4%, 10.415 inmigrantes más. Que, o sortean el control de Marruecos, o demuestran que el control de Rabat no es tal.
El resultado es más que llamativo. Solo por Canarias, en lo que va de año ha entrado prácticamente el mismo número de inmigrantes de forma ilegal que por todas las vías de acceso a España en las mismas fechas de 2022. Porque vía Canarias ya han entrado 23.537 personas hasta el 15 de octubre.
Y, sea como sea, el descontrol en las rutas marinas afecta, aunque en menor medida, también al resto de destinos de costa de España: la entrada por mar es la preferida para colarse en Europa y suma 35.812 personas en lo que va de año –la práctica totalidad de la inmigración ilegal llegada a España hasta el 15 de octubre–. La vía de llegada en patera o cayuco, registra un ascenso del 54,7%, con 12.658 personas más que en el mismo periodo del año pasado.
Pero la diferencia es obvia. Si a Canarias han llegado hasta el 15 de octubre un total de 23.537 personas de forma ilegal, a todo el resto de la costa española lo han hecho prácticamente la mitad: 12.098 inmigrantes.
Y, en medio de todo ello, se confirman noticias como la publicada por LD donde se narra como el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha decidido dejar sólo 16 guardias civiles en El Hierro para controlar la entrada de inmigrantes. La asociación profesional mayoritaria de la Guardia Civil, JUCIL, ha preparado un documento para respaldar la preocupación expresada por el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo y criticar la "pasividad del ministro del Interior, Fernando Grande- Marlaska, quien además asegura que el archipiélago dispone de los medios suficientes para la creciente llegada de personas sin documentación a las islas Canarias".
JUCIL afirma que la isla más occidental y "la que más embarcaciones de migrantes africanos recibe en la actualidad sólo cuenta con un máximo de cuatro guardias civiles por turno en Seguridad Ciudadana, lo que genera una grave situación de indefensión de los habitantes de este rincón del archipiélago canario".
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil advierte en su documento de "la gravedad que supone para la tranquilidad de los habitantes que sólo cuatro guardias civiles por turno se ocupen de la vigilancia de los miles de inmigrantes indocumentados que arriban a las costas de la isla de El Hierro, la más occidental del archipiélago canario y que sufre un creciente flujo migratorio de personas procedentes de África que llegan a territorio español sin documentación alguna".


