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Zapatero intentó aupar al Tribunal Constitucional a Conde-Pumpido un año antes del golpe separatista de Artur Mas

El ahora presidente del TC ha sido el hombre de confianza de Rodríguez Zapatero y sus fines políticos han ido siempre de la mano.

El ahora presidente del TC ha sido el hombre de confianza de Rodríguez Zapatero y sus fines políticos han ido siempre de la mano.
Cándido Conde Pumpido y José Luis Rodríguez Zapatero en 2006 | EFE

José Luis Rodríguez Zapatero salió del Gobierno de una España a la que dejó sin posibilidad de financiación y asistida por la UE el 21 de diciembre de 2011. Dejó la secretaría general del PSOE el 4 de febrero de 2012. Pero lo cierto es que no frenó en ese momento su actividad política. Igual que tampoco paralizó entonces sus planes conjuntos con Cándido Conde Pumpido. Fue el propio Zapatero el que intentó en 2013 llevar al Tribunal Constitucional al ahora presidente y anteriormente fiscal general entregado a la negociación del PSOE con la banda terrorista ETA. Y Zapatero lo intentó introducir en el Constitucional ya en aquel 2013, justo un año antes del primer intento de golpe separatista: el perpetrado en 2014 bajo el mando de Artur Mas y que no ha dejado de ser considerado con el entrenamiento o primer intento del golpe del 1-O de 2017.

Conde Pumpido, el hombre que no sólo arrastró "la toga" por el "polvo del camino" para favorecer las negociación de Zapatero con ETA, sino que, desde su condición de fiscal general del Estado, pidió al resto de juristas y jueces con puestos clave que hicieran lo mismo para favorecer la llegada del partido proetarra a las instituciones, ha sido el compañero fiel de Zapatero y sus planes de apoyo al separatismo. Y lo fue hasta el punto de que el ya expresidente del Gobierno pretendió que Pumpido entrara ya en el Tribunal Constitucional en 2013, un año antes del primer intento golpista del separatismo catalán en la actual etapa democrática.

Corría el año 2013. Y dos magistrados debían entrar en el TC. El primero de ellos estaba claro: "A propuesta del Consejo General del Poder Judicial", se nombró "Magistrado del Tribunal Constitucional a don Santiago Martínez- Vares García. Real Decreto 424/2013, de 12 de junio. Dado en Madrid, el 12 de junio de 2013", señalaba el BOE de aquellas fechas.

El segundo estuvo en liza. La izquierda judicial barajaba la llegada como "Magistrado del Tribunal Constitucional de don Juan Antonio Xiol Ríos" aquel mismo 12 de junio de 2013. Pero Zapatero inició una maniobra muy en línea con sus planes.

Zapatero comenzó una serie de maniobras, contactos y llamadas para conseguir aupar a Cándido Conde Pumpido como magistrado del TC ya en aquella época. No porque Xiol no fuese de su agrado. Xiol es el mismo que recientemente ha asegurado que "la amnistía cabe perfectamente en la Constitución" y "aplicarla o no es una cuestión de voluntad política, porque no hay ningún problema jurídico". Pero Pumpido es el jurista de cabecera y hombre de confianza de Zapatero y lo ha sido siempre. Y los tiempos que llegaban requerían de complicidad.

Las maniobras no llegaron a buen puerto por la negativa generalizada en el CGPJ. Pero el intento dejó claras varias cosas. Primero, que Zapatero ya no debería haberse dedicado a este tipo de cosas, teniendo en cuenta que ya no era el líder socialista, al menos oficialmente. Segundo, que su papel nunca debió ser poco menos que el de manager personal de Pumpido. Y tercero, que un año y medio después de su maniobra se perpetraba el primer intento golpista del separatismo catalán, en esta ocasión, bajo mando del presidente regional Artur Mas, el 9 de noviembre de 2014.

Lo cierto es que la unión de objetivos entre Zapatero y Pumpido siempre ha quedado clara. El ahora presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, ha colaborado en secreto con el Gobierno de Pedro Sánchez para elaborar la Ley de amnistía sobre el 1-O. Pero Pumpido, antes de ser nombrado presidente del TC realizó ya ante sus amigos y sus compañeros del Tribunal una reveladora confesión: "Fui designado fiscal general del Estado para arreglar el problema del terrorismo y lo arreglé. Voy a ser designado presidente del Tribunal Constitucional para arreglar el problema de Cataluña, y lo arreglaré". Traducido: es un agente político cuyos fines son, casualmente, los mismos que los de Zapatero.

La confesión de Conde-Pumpido provocó, de hecho y tras ser desvelada por LD, una gran preocupación en círculos judiciales que se preguntaron retóricamente "a qué se refiere con ‘arreglar el problema de Cataluña’". Todo ello, teniendo como precedente su actuación cuando era fiscal general del Estado con el terrorismo de ETA tras ser elegido por José Luis Rodríguez Zapatero.

"Conde-Pumpido considera que en su etapa como fiscal general del Estado con el PSOE contribuyó decisivamente a terminar con el terrorismo de ETA y ahora tiene el propósito de solucionar el problema independentismo de Cataluña. La incertidumbre que ha levantado se fundamenta en el desconocimiento de su plan de actuación al respecto", explicó una fuente a este diario.

Hay que recordar que Cándido Conde-Pumpido en pleno alto el fuego de la banda terrorista ETA en el año 2006 acuñó la polémica frase de que "el vuelo de las togas de los fiscales no eludirá el contacto con el polvo del camino". En esa época, el Ministerio Público que dirigía "suavizó" su postura penal respecto a los etarras. También igual de polémica fue la pregunta que según un abogado de la AVT efectuó el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, en mayo de 2005 durante la vistilla posterior a su detención tras escuchar la petición de prisión incondicional formulada por el fiscal de la Audiencia Nacional. "Me parece increíble. ¿Esto lo sabe Conde-Pumpido (el fiscal general del Estado)?", habría afirmado Otegi. "Dicha frase evidenciaría la implicación directa de Conde-Pumpido en la negociación política del Gobierno de Zapatero con ETA", afirman diversas fuentes consultadas por este diario.

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