Si antes Pedro Sánchez tenía difícil salir a la calle sin ser abucheado e increpado, a no ser que fuera un vídeo fake pactado por la factoría Ferraz como los que pudimos ver en la precampaña y campaña electoral, después de entregar la soberanía a Carles Puigdemont a cambio de siete votos se antoja misión imposible.
Es lo que se ha podido ver este viernes por la tarde ante la Subdelegación del Gobierno en Málaga, donde cientos de personas se han concentrado para recibir al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ha tenido un encuentro con el canciller de Alemania, Olaf Scholz.
Rodeados de un fuerte cordón policial, alguno de los asistentes portaban banderas de España y exclamaban cánticos contra el secretario general del PSOE por sus pactos con los golpistas catalanes y la ley de amnistía.
Entre los gritos se escuchaban los habituales dirigidos contra el presidente del Gobierno 'Pedro Sánchez, España no te quiere', también algún que otro insulto contra el jefe del Ejecutivo como 'Pedro Sánchez, hijo de puta'.
El presidente en funciones ha tenido que entrar por la puerta de atrás de la Subdelegación para esquivar a los que allí estaban concentrados.

