El Mundo
"El desafío de Ábalos pone a prueba la autoridad de Sánchez". "El político valenciano ha optado por el desafío y la venganza presentándose en buena medida como víctima de un líder socialista que da la espalda a quien le ayudó, dibujando a un Sánchez desagradecido, egoísta y ajeno a la militancia y a las bases". ¿Y lo desdubre ahora? Sánchez sólo piensa en Sánchez.
"Con el rotundo pulso que José Luis Ábalos ha planteado a Pedro Sánchez, el presidente acusa un desconocido golpe a su autoridad que sería difícilmente imaginable en momentos anteriores, cuando su resistencia ante todo tipo de obstáculos para alcanzar el poder y mantenerse en él no se veía resentida", dice el editorial. Su venganza será terrible.
"Más allá de perder un escaño seguro para su endeble mayoría, el problema para La Moncloa es grave: quien le ha doblado el brazo a Sánchez es una figura indisociable de la del propio presidente". Como Ábalos recordó ayer en su retadora rueda de prensa, él fue el gran sostén de Sánchez en su reconquista de Ferraz. También su portavoz en la moción de censura fundacional, levantada como dique contra la corrupción del PP. Ahora resulta irónico que en su defensa emplee el mismo relato victimista de aquel Sánchez: el de un hombre entregado a la militancia, «solo» en su coche, aferrado a sus convicciones y enfrentado «a todos», sobre todo al aparato de su propio partido". De película. No se pierdan la siguiente temporada.
Maite Rico dice que "Pedro Sánchez se ha encontrado con la horma de su zapato. A un tipo más resiliente y más chulo. Otro que tiene su propio manual de resistencia. Hace bien José Luis Ábalos en aferrarse a su acta de diputado", más que nada, porque "nadie está obligado a someterse a un linchamiento". "A Sánchez no le bastaba con sacrificarlo: quería también humillarlo", y eso ha sido "demasiado para Ábalos, que estuvo con Sánchez en los peores momentos, lo aupó a la Secretaría General del PSOE tras su defenestración en 2016 y le ha servido de fontanero para todas las averías. Poseído como está por un espíritu norcoreano, y confiado por la sumisión que le rodea, al presidente empiezan a fallarle los reflejos y ha cometido un grave error de cálculo". Pues habiendo estado tan cerca de Sánchez, no se entiende que Ábalos no se lo esperara. Se ve que de cerca no ven al psicópata peligroso que todos vemos desde lejos.
"La comparecencia del ex ministro fue un espectáculo político". "Lo interesante fue ver a un hombre herido, tratado como una piltrafa, que se apresta a dar la batalla. «Sé que tienen muchas preguntas», dijo a los periodistas, «y yo tengo muchas respuestas y las iré dando». Una advertencia a Sánchez que recuerda al chiste del paciente y el dentista: «No nos vamos a hacer daño, ¿verdad?»". No se la harán. Ábalos necesita dinero.
"Nadie hasta ahora se había rebelado contra un caudillo que hace gala de la mentira, las purgas, los juegos de tahúres y el abuso de poder. Y le ha ido a plantar cara, por primera vez, un escudero que, sin nada que perder, puede convertirse en su verdugo". ¿Ábalos? No lo creo, ya estarán todas cloacas mediáticas de Sánchez buscándole de todo. Le triturarán en La Sexta, El País, La SER, TeleSánchez...
El País
"Ábalos abre otro frente a Sánchez". Ábalos, malo, Sánchez, víctima. "El PSOE no teme que el voto del exministro sea un problema". Entonces no hay problema. El voto es lo que importa a Sánchez. Ábalos ha "decidido atrincherarse en su escaño e irse al Grupo Mixto, asumiendo que el PSOE lo expulse, con tal de no perder el acta, llega así en un momento especialmente delicado", dice Carlos Cué situándose sin ambages al lado del amado líder. Los socialistas, dice Cué "trasladaban en público y en privado su desconcierto ante la actitud del que fuera secretario de organización, que ha optado por desafiar al partido". Bueno, a Sánchez, porque el partido hoy es Sánchez.
Según Cué, que lo que ha hecho Ábalos ha pasado al Grupo Mixto "con tal de seguir en el Congreso con el sueldo de diputado y la protección del aforamiento frente a posibles investigaciones futuras". Con 5 hijos, ya me dirás. Pero vaya, que a Cué le han dicho que pelillos a la mar "si Ábalos sigue votando con el PSOE, algo que dan por hecho". Así que todos contentos, Ábalos conserva la pasta y el escaño y el PSOE no pierde un voto.
Y Carlos Cué se crece en su infinito amor por el jefe. "Sánchez ya ha mostrado en muchas ocasiones anteriores que en los momentos más complicados saca una carta que cambia la jugada. Ahora le toca probar que puede encarrilar la investidura pase lo que pase". Un azucarillo para Carlos.
Dice el editorial que "la negativa del diputado socialista José Luis Ábalos a abandonar su escaño debilita la autoridad de Sánchez y complica aún más la acción de un Gobierno necesitado de encontrar apoyos parlamentarios externos para cada movimiento en el Congreso". Y, como no, se ocupa en extender la mierda socialista sobre el PP. "La sobreactuación del Partido Popular, una formación que se enfrenta todavía a decenas de causas por corrupción y con algunos cargos autonómicos y municipales envueltos en graves sospechas de irregularidad en la compra de mascarillas, no ayuda a un debate sereno sobre lo ocurrido". No nombra al hermano de Ayuso ni ninguna de esas decenas de causas en particular. Sí sabemos que en la trama de corrupción del PSOE hay metidos ministros y hasta la presidenta del Congreso.
ABC
"La Fiscalía Europea reclama informes al juez del caso Koldo". "El pulso de Ábalos pone en jaque la autoridad de Sánchez en el PSOE". Mucho debe saber del presidente, porque se está jugando el cuello. "Nadie le ha ganado un pulso a Pedro Sánchez en el Partido Socialista desde que fuera elegido secretario general en mayo de 2017. Hasta este martes. A pesar de todas las presiones, que incluyeron una visita de Santos Cerdán a su domicilio, José Luis Ábalos ha mantenido fija su posición y no ha renunciado a su escaño como diputado", dice el editorial. Siempre hay una primera vez.
"Que el exministro y antiguo secretario de Organización se haya permitido afrentar a Pedro Sánchez es la prueba de un hecho incuestionable: lo ha hecho porque ha podido, y si ha decidido exhibir una soberanía semejante ante su partido es porque está muy seguro de cuál es el suelo que pisa". Qué sabes, Ábalos, qué sabes, ya estás largando.
Julián Quirós dice que "Ábalos, cada vez que habla y se pronuncia, mejora sus posiciones y empeora las de su expartido. Lo que nos lleva a la pregunta de quién debe temer más al otro, ¿Ábalos al PSOE o el PSOE a Ábalos?". Quirós se inclina por lo segundo," porque si el Partido Socialista no cuenta con información contundente para tumbar a su exnúmero tres, ha gestionado la crisis con la pisada de un elefante". "Por primera vez alguien de dentro se enfrenta al líder y le reta con su propio manual de resistencia". Y augura filtraciones periodísticas que resolverán el misterio más pronto que tarde.
María José Fuenteálamo se pone sentimental. "El PSOE le ha pedido a José Luis Ábalos que se vaya sin investigación ni imputación alguna sobre sus hombros. La tiene cerca, pero no encima. Y al diputado se le ha roto el corazón. Ya no reconoce a su partido. Él mismo nos ha contado la ruptura, que es abandono, en vivo y en directo. Antes de Ábalos, no había visto a nadie relatar con tal elegancia y entereza el final abrupto de una historia de amor. Pero ya sabíamos que él es un amante que no se esconde, que lo da todo. Nunca tapó lo suyo por Sánchez, que era compromiso por las siglas, ha dicho. Pero el partido del que Ábalos se enamoró, al que le dedicó su vida, ya no existe. «No eres tú, soy yo», le ha dicho el nuevo PSOE al exministro". Oh, qué bonito. "Sobre el papel, el PSOE pierde un diputado. Si además gana un enemigo, no va a ser un enemigo cualquiera. Y además, en esto, el partido, no tiene experiencia". Es como una peli del Oeste. Dos pistoleros frente a frente.
La Razón
"Ábalos desafía a Sánchez y llevará hasta el final su vendetta". Esas palomitas. " No sabemos qué implicación tiene Ábalos en el caso Koldo, por qué habría de dejar el acta si nada está juzgado, pero tampoco sabemos con qué amenaza para no hacerlo, qué sabe o qué puede contar de Santos Cerdán o de un presidente del Gobierno de altos vuelos al que le gusta ir en avión. Hay quien susurra que todo está en el aire. Que lo que ha salido es una pajarita de papel en comparación a lo que vendrá. Cuánto vértigo", dice Pedro Narváez.
Juan Ramón Lucas dice que Ábalos "sabe que el que resiste gana. Puede que hasta fuera él quien se lo enseñó a Pedro Sánchez, que evidentemente ha aprobado la asignatura con cum laude. Lo incoherente es que se exija a un hombre fiel al partido, socialista incuestionable (como ellos mismos reconocen en su acta de defunción), sin una sola cuenta con la justicia al menos hasta ahora, que se haga el hara-kiri por el bien del socialismo, mientras ese socialismo planea con abogados de delincuentes condenados y perseguidos por delitos mucho más graves que los del hoy defenestrado por los suyos, perdones, amnistías y resarcimientos a la carta". Y encima que el mismo que dirige estas indecencias venga gritándo ¡el que la hace, la paga! Pero Pedro, macho, ¿tu te has visto?