Que Catalunya en Comú, la formación liderada por Ada Colau y Jéssica Albiach, no va de farol cuando amenaza con tumbar los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona quedó claro la semana pasada cuando hizo lo propio con los presupuestos autonómicos, la excusa perfecta para que ERC anticipara las elecciones autonómicas al próximo 12 de mayo.
La exalcaldesa exige entrar en el gobierno municipal del socialista Jaume Collboni para dar luz verde a los números municipales en el pleno de este viernes. En caso contrario, el alcalde, votado por los comunes y el PP para evitar un gobierno de Junts per Catalunya, se deberá someter a una moción de confianza en la que, a priori, no es previsible que tenga dificultades para superarla.
Sin embargo, el reto de Colau provoca dudas y temores en el PSC. La exalcaldesa ha sido clara en sus condiciones y cuenta además con el respaldo de su formación. En una consulta interna se impuso su criterio por 165 votos a favor, cinco en contra y otros cinco en blanco. La pregunta era: "En caso de que el PSC mantenga la negativa de acordar un gobierno progresista antes del pleno municipal del 22 de marzo, ¿das tu apoyo a la decisión de votar en contra de los presupuestos municipales de 2024?"
Collboni y el orden de los factores
Así las cosas, Jaume Collboni insiste en que los comunes deben aprobar primero los presupuestos para negociar después su entrada en el equipo municipal de gobierno. Pero Colau no se fía de Collboni, quien ha priorizado durante los primeros meses de su mandato los contactos con Junts per Catalunya y con ERC, dejando al margen a Colau y sus concejales. El ambiente entre socialistas y comunes está más que enrarecido tras ocho años de gobiernos de coalición en los que el PSC ejercía de muleta de Colau.
Ahora, los comunes se quejan de que los socialistas están abandonando políticas que habían apoyado, como la peatonalización de algunas zonas del centro mientras que el PSC trata de estirar el mandato en solitario de Collboni pactando apoyos puntuales con las fuerzas independentistas. Los presupuestos municipales, 3.807 millones de euros, fueron acordados por el PSC con ERC, dejando al margen a los concejales de Colau.