Catalunya en Comú, el partido de Ada Colau, ha tumbado los presupuestos autonómicos de la Generalidad catalana. En una accidentada votación, el parlamento catalán ha votado en contra de las cuentas. Resultado ajustado: 68 a 67 porque la presidenta de la cámara, Anna Erra, de Junts, ha decidido volver a contar con el voto del fugado Lluís Puig a pesar de los avisos de Ciudadanos sobre la ilegalidad de esa decisión. En el lado favorable a los presupuestos, el PSC y ERC, más la diputada expulsada de Junts y ahora no adscrita Cristina Casol.
El resultado supone un duro revés para el gobierno de ERC encabezado por Pere Aragonès y dispara las posibilidades de un adelanto electoral en Cataluña. Pero no es esa la única consecuencia que podría tener la negativa de los "comunes". ERC se plantea responder con su voto en contra a los Presupuestos Generales del Estado ya que los "comunes" forman parte de Sumar. De modo que el estropicio provocado por Ada Colau y Jessica Albiach, la cabeza visible de Catalunya en Comú en el Parlament, se puede girar en contra de Pedro Sánchez y de la líder de Sumar y vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz e impedir que Sánchez saque adelante sus cuentas.
Nada más terminar la votación, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonès, ha reclamado a la presidenta de la cámara un receso para reunir a su Ejecutivo de urgencia. La intención es la de retirar el proyecto de acompañamiento.
La excusa de los 'comunes' para tumbar las cuentas autonómicas es el proyecto del Hard Rock, un gran casino previsto en unos terrenos emplazados entre Salou y Vila-seca. El plan lleva años varado y en constante evolución burocrática. Según ERC, los presupuestos para este año no prevén ninguna partida para el Hard Rock mientras que en ejercicios anteriores sí se destinaron partidas para que prosperara administrativamente el proyecto y los 'comunes' sí que apoyaron los números.
Colau y una tribu americana
En ERC sospechan que la posición de Catalunya en Comú está vinculada a la bronca entre el PSC y el partido de Colau en el Ayuntamiento de Barcelona, donde el alcalde, el socialista Jaume Collboni, no quiere a la exalcaldesa en el equipo de gobierno y ella vincula su apoyo a los números municipales a ingresar primero en el gobierno.
En cuanto al casino, en ERC no ocultan que su intención es provocar el desánimo de los inversores, principalmente los indígenas norteamericanos de la tribu de los seminola. Mientras tanto, el PSC apoya la construcción del complejo de ocio y juego.