Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE nacional y alma absoluta del PSN, hizo todo lo posible por desligarse del caso de las comisiones ilegales en las mascarillas debido a que la persona más visible de ese caso de corrupción en el seno del partido es Koldo García Izaguirre, asesor en su última etapa de José Luis Ábalos, pero apoyo permanente siempre de Cerdán. Pero, por muchos esfuerzos que ha puesto en desligar Navarra del caso de las mascarillas, cuatro cargos de su partido tendrán que dar explicaciones en la comisión de investigación del Senado. Y una de ellas, directamente, es la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, antigua consejera de la presidenta foral socialista, María Chivite.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, tendrá que comparecer en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. La ha solicitado UPN y su petición ha sido aceptada por el PP. Saiz tendrá que someterse, así, a las preguntas para explicar la compra de material sanitario del Gobierno de Navarra en etapa del covid. Y es que ella era por aquellos años la consejera de Economía y Hacienda.
Y no será el único cargo del socialismo navarro. También tendrán que comparecer en la comisión de investigación Gregorio Achútegui, exdirector del Servicio Navarro de Salud; Ignacio Amatriain, ex jefe jurídico de la Dirección General de Intervención de Navarra, y Pilar Irigoien, exgerente de la empresa pública Sociedad de Desarrollo de Navarra. Todos cargos impuestos en su momento por el PSOE de la Comunidad Foral.
Y es que hay que recordar que Santos Cerdán —actual hombre clave en la supervivencia política de Pedro Sánchez—, María Chivite —presidenta de Navarra con el permiso de Bildu— y Elma Saiz —persona que fue alojada como ministra para sacarla de su puesto como líder local del PSN y poder entregar el Ayuntamiento de Pamplona a Bildu— han tenido siempre una fuerte relación con Koldo.
Principales afectados por el caso Koldo
El caso ha afectado, por el momento, de forma evidente al exministro José Luis Ábalos —quien tuvo como asesor a Koldo García Izaguirre, detenido en la operación y posteriormente puesto en libertad—; al ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska por un contrato de compra de la Secretaría de Estado de Seguridad; a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres —ambos gastaron 10 millones de euros en contratos con la misma empresa—; y al exministro de Sanidad, Salvador Illa, que incluyó al mismo proveedor en un megacontrato sanitario de 2.578 millones.
Pero la lista de contactos preferentes de Koldo no acaba ahí. Al revés: su gran aval e impulsor en la política fue el actual secretario de organización del PSOE y negociador con Bildu, Santos Cerdán, persona a su vez de la máxima y más directa confianza del presidente Pedro Sánchez.
La relación de Koldo con Cerdán, fontanero de Sánchez
Koldo García Izaguirre, que comenzó como portero de un vertedero y de un prostíbulo, acabó en la órbita ministerial por indicación directa de Santos Cerdán. Pero, además, fue el propio Cerdán quien llegó a meter a Koldo en una lista electoral autonómica: fue en el año 2015 y compartió lista con otra de las personas de máxima confianza de Cerdán y de máximo control de todo lo que pasaba en el Partido Socialista de Navarra: Elma Saiz, la actual ministra de Seguridad Social también impulsaba por el auténtico controlador de todo el socialismo en la Comunidad Foral. María Chivite era la líder oficial de la misma lista y Santos Cerdán ocupaba el número dos.
Hay que recordar que todos ellos se prestan a las maniobras y estrategias de Cerdán, que son la de Sánchez. Cerdán es el fontanero oficial de Pedro Sánchez –el mismo que negoció con Carles Puigdemont bajo una foto del 1-0– y también fue el encargado de negociar con Arnaldo Otegi el desalojo de la número uno del PSOE-PSN en el Ayuntamiento de Pamplona para dejar vía libre a Bildu en esa entidad.
Así se fraguó la salida de Elma Saiz, a la que se ha nombrado ministra de Seguridad Social para que no pusiera pegas a una operación que abrió las puertas al regalo del Ayuntamiento de Pamplona a Bildu.