
La moción para pedir el cese de Álvaro García Ortiz, presentada por el Partido Popular, ha recibido el visto bueno de la Cámara Alta ahondando en la imagen de desprestigio sobre la figura del Fiscal General del Estado. Con 144 votos a favor, 97 en contra y 19 abstenciones los de Alberto Núñez Feijoo hacen valer su mayoría absoluta en el Senado y exigen al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cese a Álvaro García Ortiz por el "incumplimiento grave y reiterado de sus funciones".
Los partidos independentistas y socios del Gobierno de Pedro Sánchez, ERC, Junts, PNV y Bildu han optado por la abstención en esta votación. Según fuentes populares, "los socios de Pedro Sánchez le han abandonado no queriéndose arrastrar en su deriva para mantener a Álvaro García Ortiz".
En defensa de la moción, la senador popular, María Mayo, ha asegurado que no se trata de un "ataque personal al señor García Ortiz" porque "ya se desacredita él solito". Mayo también ha manifestado que su intención no es "desgastar al Gobierno suponiendo que tengamos uno de verdad". En este sentido, la dirigente del PP ha aprovechado su intervención no solo para pedir la destitución del fiscal general del Estado, sino también la del propio Ejecutivo: "Que evalué su propia idoneidad y cese el Gobierno entero porque fiscal y Gobierno tienen el mismo nivel de descrédito".
Como argumentos para la destitución, la senado popular ha citado las tres desautorizaciones del fiscal por parte del Supremo, entre ellas la anulación del nombramiento de Dolores Delgado como fiscal militar, en el que apreció "desviación de poder". También ha recordado el informe del CGPJ que, en el momento de su nombramiento, lo consideró "no idóneo". "Como en el sanchismo todo demérito es mérito".
El Partido Popular ha reprochado al Gobierno y sobre todo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por "manosear, colonizar y desprestigiar todas las instituciones". La senadora del PP María José Pardo ha apuntado que el Fiscal General del Estado debe ser cesado por "dignidad democrática, por respeto institucional y por respeto al Estado de Derecho".
Desde el grupo parlamentario socialista, José María Oleaga ha salido en defensa de García Ortiz asegurando que tiene un "currículum brillante". En su intervención en la Cámara Alta, el senador socialista ha querido presagiar las razones del PP para presentar esta moción: "¿Qué tendrá el PP contra el Fiscal General del Estado?", para responder que "era el fiscal del caso Prestige", apuntando a que los populares no soportar "recordar algunas de las frases más ridículos escuchadas por un dirigente político". Un discurso parecido al que ha pronunciado sobre Dolores Delgado. Según Oleaga la razón por la que el PP pide su cese, con "tanta inquina", es porque fue ministra de justicia "cuando sacaron a Franco de su mausoleo".
La senadora por el grupo parlamentario izquierda confederal, Carla Antonelli, ha culpado al Partido Popular de proponer una moción que ha calificado como "esperpento y uno de los mayores ridículos" en la Cámara Alta. La dirigente de Sumar ha asemejado la forma de hacer política del Partido Popular a la actuación de "una banda de matones y acosadores". A modo de enmienda y señalando al Consejo General del Poder Judicial, Delgado ha propuesto al PP que "suspenda de sueldo a los jueces del CGPJ y ya verán qué poco pronto se les quita la tontería".
Este debate se produce un día después del martes negro que sufrió García Ortiz tras la anulación del Tribunal Supremo del nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de memoria democrática y la decisión del tribunal superior de justicia de Madrid a admitir a trámite la querella de la pareja de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso por un presunto delito de revelación de secretos. De esta forma, según fuentes populares, "a estos varapalos judiciales, hoy hay que sumar este varapalo parlamentario".

