El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se reúne a partir de las 11.00 con los presidentes autonómicos de su partido para consensuar una estrategia común contra el cupo catalán. En plena ofensiva contra Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno intentaba generar discordia amenazando a las CCAA del PP con subir impuestos, al tiempo que les tendía la mano para reuniones bilaterales, que Génova ve como "una trampa" en la que "no" van a "caer".
Desde la dirección del PP avisan de que "no les van a dividir, ni juntos ni por separado", anticipándose a la maniobra del Gobierno de buscar fisuras ofreciendo quitas o una "financiación singular" a regiones con dificultades económicas, como podría ser la Comunidad Valenciana, que es una de las que más deudas arrastra.
En este contexto, Isabel Díaz Ayuso aprovechaba su primera cita política del curso político para lanzar una advertencia: "No podemos sentarnos, ante esta política mezquina, a negociar nada. No podemos hablar de terruños, quieren comprar nuestro futuro".
La respuesta de los barones
El acto se produjo un día antes de la cumbre impulsada por Alberto Núñez Feijóo, lo que se interpretaba como una invitación de la presidenta madrileña a todos los presidentes autonómicos para no reunirse con Sánchez por separado, lo que rechazaba en primer lugar el presidente de Murcia, Fernando López Miras. "Tengo muchas cosas que hablar con él y quiero sentarme con él", decía en declaraciones a los medios.
También Galicia se mostraba contraria al asegurar que "el presidente Alfonso Rueda tiene solicitada desde que tomó posesión una reunión con el presidente Sánchez y sigue esperándola y reclamándola", según trasladan a Libertad Digital. También la de Baleares, Marga Prohens, recordaba que ya se reunió con Sánchez en julio, y no descartaba volver hacerlo, lo mismo que la de Extremadura, María Guardiola, y el de la Comunidad valenciana, Carlos Mazón, para exponerle a Sánchez los problemas de cada región.
La negativa parecía anticipar una ruptura de la unidad que el PP pretendía exhibir este viernes. Sin embargo, todos los presidentes consultados coincidía en una cosa. "No habrá negociación bilateral de la financiación autonómica". Y reclamaban la convocatoria de una Conferencia de Presidentes, en lo que incidía especialmente el de Andalucía, Juanma Moreno, en sintonía con lo dicho por Ayuso.
Feijóo, por tanto, logrará poner de acuerdo a todas las regiones para que, se reúnan o no con el presidente del Gobierno por separado, se comprometan a no negociar nada que afecte al conjunto de las comunidades, como es la financiación autonómica, que según reclaman debe abordarse en la Conferencia de Política Fiscal y Financiera.
Desde la dirección nacional del PP aseguraban, tras lo dicho por Ayuso, que "respetamos cualquier reunión entre nuestros presidentes autonómicos y cualquier miembro del Gobierno", por lo que no prohibirán estos posibles encuentros, al tiempo que ponían en valor "el compromiso con la solidaridad de todos los territorios gobernados por el PP, que defienden la negociación multilateral del sistema de financiación". "Los que buscaban división no la han encontrado ni la encontrarán", rematan.
Ayuso advierte al PP
La presidenta de Madrid lo tiene claro y se malicia lo que lleva meses advirtiendo a los suyos, "tanto en público como en privado", subrayan desde su equipo más cercano: "Hay una estrategia de intentar comprar a las comunidades autónomas del Partido Popular con dinero para dividirnos entre nosotras, para blanquear la ruptura territorial que se está pergeñando y para que el Partido Popular y la postura de su líder, Alberto Núñez Feijóo, se diluya, que él no pinte nada y que no pueda mostrar el inmenso poder que los españoles le han dado en las urnas". De ahí la última iniciativa del jefe del Ejecutivo; esto es, proponer reuniones bilaterales con los presidentes autonómicos. Justo ahora, cuando lleva más de un año sin recibirlos.
"Es la estrategia y de ahí las reuniones que se llaman bilaterales, como si fuéramos distintos Estados", expuso Ayuso que, ahondando en lo evidente de la misma, se preguntó: "¿Ahora quiere reunirse con nosotros, cuando no nos ha recibido ni nos hemos reunido con él cuando hemos salido de las urnas ni en mitad de la crisis migratoria?".
"Yo le pido a los presidentes autonómicos que si hay una reunión sea para ir todos juntos porque este Gobierno va a intentar sobornarnos uno a uno en La Moncloa y lo que pasa en Alicante, ha de importar en León, porque el futuro de Castilla-La Mancha nos ha de importar tanto como el de la Comunidad de Madrid", subrayó tajante. "Yo le pido a los presidentes de las comunidades autónomas que no compren la estrategia de Sánchez y de su cómplice Montero, a la que reconocerán por ser la señora que de tanto aplaudir genera más energía eólica que todos los molinos de Aragón", insistió.
Desde su equipo remarcan que la opinión expresada este jueves por Ayuso no es nueva y la volverá a exponer este viernes en la cumbre convocada por el líder del PP con los distintos presidentes autonómicos del partido para consensuar precisamente una postura común y unidad de acción sobre la financiación territorial. ¿Por qué no esperó al cónclave? Porque en el primer acto político del nuevo curso quiso tratar todos los temas importantes de actualidad para que los suyos conozcan cuál es su opinión al respecto, explican.
Ayuso advirtió de que vamos hacia un "otoño convulso" ante el que su Gobierno y los populares madrileños darán "todas las batallas". Una de las primeras es no caer en la estrategia - para ella clara- de Sánchez "de despistar y provocar la división" en el PP, explican fuentes de su equipo. "Esperemos que no lo consiga", añaden.