A las 23:00 horas, los soldados aterrizaron en el aeropuerto de Zaragoza, siendo recibidos con calidez y emoción por sus familiares, quienes esperaban ansiosos su regreso.
El recibimiento fue cargado de emoción, especialmente para los familiares, quienes mostraron pancartas como "Bienvenido papá, ya estás en casa", mientras los niños esperaban a los pies de la escalerilla del avión para abrazar a sus padres. Tras seis meses de trabajo en un entorno de alto riesgo, los militares pudieron reunirse nuevamente con sus seres queridos, poniendo fin a una misión fundamental para la estabilidad en la región.
Durante su despliegue en Líbano, los soldados de la Brigada Aragón desempeñaron tareas clave en la observación de la situación de seguridad, la supervisión de la línea de alto el fuego entre Israel y Líbano, y el apoyo a las comunidades locales, contribuyendo así al esfuerzo internacional para mantener la paz en una zona marcada por décadas de conflicto.
Este regreso pone de manifiesto el compromiso de las Fuerzas Armadas españolas con las misiones de paz en el marco de la ONU y la seguridad internacional, reflejando el alto nivel de profesionalismo y dedicación de los militares que han servido en el continente asiático.