
Una mujer de 92 años, que el pasado viernes fue declarada muerta por error en el Hospital Joan March de Buñola y posteriormente "revivió" en el tanatorio de Palma, falleció finalmente el domingo en el mismo centro hospitalario. El incidente, calificado por los responsables del hospital como un "caso excepcional".
La anciana, que se encontraba en estado terminal con constantes vitales muy débiles, fue declarada muerta por un médico del Joan March el pasado viernes. Tras notificarse el fallecimiento a la familia, el supuesto cadáver fue trasladado al tanatorio de Son Valentí, en Palma, donde los operarios de la funeraria detectaron que la mujer movía los dedos.
Un traslado urgente
Inmediatamente, se dio aviso al servicio de emergencias 061, que desplazó una ambulancia medicalizada al lugar. Los sanitarios comprobaron que la mujer seguía con vida, aunque en un estado extremadamente crítico. Fue trasladada nuevamente al Hospital Joan March, donde permaneció ingresada en cuidados paliativos hasta su fallecimiento definitivo en la madrugada del domingo.
Desde el Hospital Joan March han reiterado que se siguieron todos los protocolos médicos establecidos para certificar la defunción y han señalado que este tipo de errores son extremadamente raros. "Es el primer caso de estas características que se produce en los 80 años de historia del centro", indicaron fuentes hospitalarias.
¿Podría la catalepsia explicar lo ocurrido?
Aunque el hospital no ha confirmado que este caso esté relacionado con la catalepsia, el fenómeno ha sido señalado como una posible explicación en casos similares. La catalepsia es una condición médica poco frecuente que puede provocar una reducción extrema de las respuestas vitales, como la respiración y el pulso, llevando a errores en el diagnóstico de muerte.
Según la revista Medical Science Pulse, esta condición, asociada a ciertos trastornos neurológicos y psiquiátricos, afecta a pocas personas cada año en España, con una media de tres casos documentados. La literatura médica recoge varios episodios en los que esta condición ha llevado a entierros prematuros o errores en la certificación de defunciones.

