
Pese a los sucesivos noes recabados, el Gobierno de Pedro Sánchez no se rinde y continúa intentando meter en la agenda europea la oficialidad del euskera, el gallego y el catalán, como ansían sus socios de gobierno. Según fuentes diplomáticas, el último movimiento del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha sido el envío de una carta a su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, para pedirle que durante la presidencia de turno de la UE en el primer semestre de 2025 se siga impulsando la oficialidad de las tres lenguas españolas.
Con la carta remitida esta semana, Albares busca, según informa Europa Press, que la solicitud de España de que las tres lenguas cooficiales se incluyan en el reglamento lingüístico de la UE vuelva a la agenda del Consejo, después de que el asunto no se haya tratado durante este segundo semestre bajo presidencia búlgara y se viera por última vez con la anterior presidencia belga con nulo éxito.
El Gobierno lleva intentándolo desde septiembre de 2023, cuando la oficialidad del catalán en la UE se convirtió en uno de los compromisos alcanzados con Junts para su apoyo en la actual legislatura. El nuevo intento de Albares coincide, además, con el órdago de Puigdemont sobre una cuestión de confianza entre reproches a Pedro Sánchez por su "absoluta falta de implicación" en este tema.
La modificación del reglamento ligüístico, que actualmente incluye 24 lenguas, requiere de unanimidad de los 27 para su adopción y genera dudas entre varios socios por distintas razones, tanto por su coste como por sus consecuencias prácticas (la viabilidad de contar con personal suficiente) y por su impacto legal para otros Estados miembro con lenguas minoritarias que podrían ver en el caso español un precedente que seguir.
