
Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) estrena el año político marcando distancias con la Generalidad del socialista Salvador Illa. Los republicanos facilitaron la investidura de Illa y quieren que el 'Govern' cumpla lo pactado. En concreto, la financiación "singular" según la versión del PSC y que para ERC es directamente la "soberanía fiscal".
La nueva secretaria general del partido de Junqueras, Elisenda Alamany, se ha mostrado tajante este martes en relación a los presupuestos autonómicos. ERC no negociará. Irá a las reuniones, pero sólo a escuchar y no habrá un equipo negociador formal.
La consejera de Economía de la Generalidad, Alicia Romero, ya ha convocado a los republicanos y estos han confirmado la asistencia del todavía presidente del grupo en el 'Parlament', Josep Maria Jové, y de la nueva portavoz, Ester Capella, pero la intención de los republicanos es tomar nota y exigir el cumplimiento de los acuerdos de investidura. En esa carpeta no sólo consta la nueva financiación para Cataluña, sino también la condonación del 20% de la deuda de la Generalidad o el traspaso del servicio de cercanías de la Renfe.
Según las previsiones de Alamany, la falta de presupuestos en Cataluña va para largo porque cumplir con el acuerdo de "soberanía fiscal" requerirá un tiempo considerable. Mientras tanto, ERC se dedicará a ejercer de verificador de la acción del ejecutivo autonómico en esa materia.
La "ambición nacional" de Illa
Pero hay más cambios. El partido aparentemente dócil con los socialistas, el socio más fiable, según los equipos de Pedro Sánchez y Salvador Illa, quiere desprenderse de esa etiqueta y ha cargado contra la supuesta ausencia de "ambición nacional" de Illa y de que considere que Cataluña "es una comunidad autónoma más".
Uno de los puntos de fricción entre republicanos y socialistas es el de las selecciones deportivas. El consejero de Deportes catalán, el exjugador de baloncesto Berni Álvarez, puso en duda recientemente que la selección regional de fútbol pueda ser reconocida y fio el cumplimiento de una de las promesas socialistas, la creación de una oficina internacional para el reconocimiento oficial de las selecciones, a que se aprobaran los presupuestos. Alamany considera que es al revés, que primero se tiene que crear la oficina, entre otras muchas promesas, y después abordar los presupuestos.
De momento, la estrategia de confrontación de Junqueras sólo se aplica en Cataluña. En Madrid, donde Gabriel Rufián vuelve a ejercer las funciones de hombre fuerte e interlocutor del partido, no ha cambiado la situación entre ERC y el PSOE.

