Descontrol absoluto en el barrio de la Mina, la frontera entre Barcelona y San Adrián del Besós. La violencia y la inseguridad en el barrio del que salió el Vaquilla son noticias recurrentes, pero en esta ocasión el asunto ha adquirido unos tintes gruesos. Hasta doscientos disparos de pistolas y escopetas se llegaron a contabilizar en el último tiroteo entre dos clanes gitanos que se disputan el control de la droga en el área.
La batalla entre los Gordos y los Cascabeles (así se apodan los grupos) sólo causó una herida leve a una vecina que nada tenía que ver con la disputa. Una bala perdida y rebotada rompió la ventana de su casa y le causó un considerable hematoma en la espalda. Los vecinos se lamentan de la pasividad de los Mossos d'Esquadra, que tienen una comisaría a pocos metros de donde tuvo lugar el tiroteo.
Tras la balacera, los mossos accedieron a la zona sin activar las sirenas y sin abandonar sus vehículos, lo que ha sido objeto de críticas por los vecinos, que denuncian que la Mina está fuera de control, que hay bloques enteros dedicados al cultivo de marihuana y que los clanes campan a sus anchas delante de los Mossos.
Las imágenes del incidente han sido ampliamente difundidas en las redes sociales. La organización estudiantil "S'ha Acabat" las acompañaba el siguiente texto: "Hay que empezar a señalar a los responsables: el PSC y sus socios están más pendientes de sus caprichos nacionalistas que de recuperar la seguridad ciudadana".
Reacción de Illa
El tiroteo se produjo el martes por la noche y este jueves por la tarde Salvador Illa se ha presentado en San Adrián del Besós para tratar de tranquilizar a la alcaldesa, la también socialistas Filo Cañete, y prometer un aumento de la presencia policial. Acompañado por la consejera de Interior, Núria Parlon, Illa ha negado que en Cataluña haya impunidad y ha asegurado que los autores del tiroteo serán detenidos "porque el que la hace, la paga".
Además, se ha paseado por la calle Venus, lugar donde empezó el tiroteo, protegido por un fuerte despliegue policial. Algunos vecinos han increpado a la comitiva desde sus ventanas.
Cabe recordar que el pasado día de San Juan se produjo otro tiroteo de similares características en el barrio más degradado de Gerona, la Font de la Pòlvora. El balance fue de dos muertos tras un enfrentamiento entre dos clanes gitanos, los Tomates y los Porros, por una riña por un teléfono móvil entre dos menores. Se utilizaron armas largas, cuya proliferación los Mossos atribuyen a las enormes ganancias que proporciona el cultivo de marihuana.